domingo, 18 de julio de 2010

Instinto Básico, inquietud, intriga y... sexo


Si hubo una película que en los noventa (en concreto 1992) estuvo cargada de polémica esa fué, sin duda, Instinto Básico. El director, Paul Verhoeven, tuvo que cortar escenas no sé cuantas veces para que no la catalogaran como película porno... pero el caso es que Instinto Básico gustó a la crítica y al público, convirtiéndose en un clásico y teniendo, como tal, una escena para la historia.

COMIENZAN LOS SPOILERS!!


Un cantante de rock aparece asesinado brutalmente en su cama. La policia sospecha de su novia, Catherine Tramell (Sharon Stone), una escritora de novelas de intriga de gran éxito. El agente Nick Curran (Michael Douglas), rehabilitado de su adicción al alcohol y a las drogas, es el encargado de vigilar a Catherine.


Viendo el guión, o la trama de Instinto Básico, la película podía haber ido por varios caminos, podría haberse convertido en una cinta de sexo gratuito sin guión, por ejemplo. Pero lo cierto es que nos encontramos con un thriller psicológico cargado de erotismo donde cada frase y cada escena te hace pensarte las cosas dos veces. Con una intriga y unos giros de guión que, aunque tramposos, resultan acertados compartiendo cancha con un juego de seducción y erotismo necesarios para avanzar la historia, lo que se traduce en unas escenas de alto contenido sexual (casi explícito) que no hacen sino inquietar aún más. Porque aunque el sexo está ahí (y es lo que dió polémica a la película) comparte plano con una trama en la que es imposible no meterse y con una seducción por parte de Catherine Tramell a la que es imposible no rendirse, es imposible no caer rendido ante ella aunque sospeches que pueda acabar matándote. Y esa es la intriga que hace que te sumerjas en el thriller, el hecho de no saber quién es la asesina y de tener una clara sospechosa a la que es imposible pillar y cuyas palabras o gestos te dejan anonadado. Excitante y escalofriante al mismo tiempo.


Por supuesto Nick cae en las redes de Tramell pero ¿Quién no caería? Esto da lugar a las famositas escenas que se marcan Stone y Douglas que, hoy en día, siguen siendo las mejores escenas de sexo (no porno) de la historia del cine. Voy a soltar una frase un poco bestia, si no te pones cachondo es porque estás muerto o no eres humano. Cuando Nick cae lo ves la cosa más normal de mundo porque Catherine Tramell es un personaje para la historia, su seducción es indescriptible y pone nervioso hasta a una estatua de mármol, me puso nerviosa hasta a mí, que ni me gustan las mujeres ni pretendo que me gusten y ese mérito se lo debemos a Sharon Stone en el mejor papel de su carrera (junto con el que interpretó en Casino y Condenada).


Creo sinceramente que hay que ver la película para observar la grandeza de Sharon Stone en esta cinta, no es algo que se pueda describir así por las buenas. No todo es el famoso cruce de piernas y las escenas de sexo, es su mirada (que da miedo y te atrae al mismo tiempo), sus gestos, su sensualidad en cada paso que da, su impresionante belleza... todo unido da lugar a uno de los mejores personajes de la historia del cine que, sin embargo, fue rechazado por numerosas actrices como Julia Roberts, Meg Ryan o Kim Basinguer y fue finalmente Stone la que se hizo con un personaje difícil de manejar y que podría haber sido visto como un simple putón con instintos asesinos. Chaterine Tramell es mucho más que eso y Stone supo verlo y plasmarlo, tanto que se come a todos los demás excepto a Michael Douglas que aunque no está tan sobresaliente como su compañera de reparto logra darle a su personaje los suficientes matices para resultar espléndido.


Instinto Básico no solo es ver a Sharon Stone cruzando las piernas, es ver una película de intriga, con giros de guión y todo lo que eso supone, con escenas de sexo necesarias como parte de una seducción, ¿Demasiado explícitas? Si no fueran esto no sería Instinto Básico. Y a todo esto... ¿Quién es la asesina? Pues depende de a quién le preguntes porque aunque Catherine Tramell tiene todas las papeletas ahí tenemos a Beth, la psicóloga y amante de Nick y otras teorias como que Tramell utilizaba su bisexualidad para que sus amantes femeninas fueran las verdaderas asesinas. Supongo que hay que sentarse a verla y disfrutar de la intriga para poder tener alguna teoría. Si algo hay claro es que la dama del picahielo ya es uno de los mejores personajes vistos en una pantalla de cine y que Sharon Stone (que no ha vuelto a hacer un gran éxito desde entonces) merece las nominaciones a premios que obtuvo (incluido el Globo de Oro) y que su estatus de sex simbol se queda corto, habría que hacerle un altar tras ver esta película que, afortunadamente, la catapultó a la fama.