martes, 6 de marzo de 2012

Morning Glory; ¿Buscas la octava maravilla del mundo o puro entretenimiento?



Ya hace tiempo que "Morning Glory" (2010) se estrenó en los mejores cines (como suele decirse) y, hoy en día, todavía me sorprenden sus críticas. No fueron desastrosas pero sí bastante mediocres teniendo en cuenta la calidad (en algunos aspectos) de la película. "Morning Glory" no es la octava maravilla del mundo pero creerme cuando os digo que, es MUY superior al 90% de las comedias chorras que nos llegan cada día a las salas de cine. Logra sacarte una sonrisa y logra que no quieras salir corriendo a pesar de sus defectos.


El gran problema de "Morning Glory" es que quiere ser "El Diablo Viste de Prada" en calidad y no puede (lo cual no quiere decir que se quede en bazofia). Becky Fuller (Rachel McAdams) acepta un puesto de productora ejecutiva en un programa matinal mediocre en audiencias, remodela las cosas para subir la audiencia poniendo como copresentador a un Harrison Ford que, junto a Diane Keaton, hacen que la película suba varios puntos dando sin duda los mejores momentos de la película mientras se nos muestran los entresijos de un programa de estas características con los toques de humor blancos necesarios para meterse a los espectadores en el bolsillo (atención a ese pobre reportero al que solo falta que le pidan que se suicide en directo).




Porque si algo está claro es que Keaton y Ford hacen suya la película sin ningún tipo de esfuerzo, son divertidísimos. Rachel McAdams tiene un gran problema, el mismo que tuvo, tiene y tendrá Robin Tunney (por poner un ejemplo) y es que jamás será una estrella como lo es (guste o no) Mila Kunis o Anne Hathaway y tampoco será una de las reinas del cine independiente como Evan Rachel Wood (otro ejemplo), ella es, simplemente, una buena actriz como muchas otras y cuyo papel en "Chicas Malas" sigue siendo el mejor de su carrera, lo primero (lo de que nunca será una estrella) hace que no puedas vender la película simplemente porque ella aparezca, lo segundo (no ser musa independiente) hace que muchos desconfíen y lo tercero (ser simplemente una buena actriz como muchas otras) hace que se demuestre que, McAdams se esfuerza, lo intenta, pero no da la talla como protagonista en esta ocasión, destila encanto pero no la rabia necesaria para impedir que Keaton, Ford y el resto de secundarios se la coman con patatas, en "El Diablo Viste de Prada" también eclipsaban a Hathaway pero en ningún momento llegan a comérsela y lograba, gracias a su evolución y genial final (no romántico y en plan "a ver qué pasa") ser algo más, algo que no consigue de ninguna manera el personaje de McAdams con su interpretación. No ayuda tampoco el hecho de que lo más flojito de la cinta sea su historia metida con calzador junto a Patrick Wilson que pone cara durante todo el metraje de "No se lo que estoy haciendo, yo solo pasaba por aquí". Porque parece que si no hay romanticismo la película se hundiría cuando realmente habría estado mejor sin él.




A pesar de la retaila anterior, "Morning Glory" sabe jugar sus cartas en favor del público consiguiendo un reparto coral más que acertado que nos brinda unas cuantas escenas antológicas mezcladas con mucho azucar y un buen envoltorio. No es oro todo lo que reluce pero al menos este regalo (a pesar de sus fallos) esconde una sorpresa agradable, algo que no se puede decir de la mayoría de las comedias que llegan hoy en día a las salas, que ya no se molestan ni en intentar envolver con algo bonito lo que realmente son, mierdas. "Morning Glory" merece un visionado y más críticas positivas aunque solo sea por haberlo intentado.