lunes, 29 de noviembre de 2010

Skyline, cuando nos toman el pelo a sabiendas


O cómo vender una mierda como la octava maravilla del mundo y que la jugada te salga bien. "Skyline" prometía entretenimiento puro y duro con unas imágenes promocionales fantásticas y un primer teaser trailer espectacular, de lo mejor de los últimos años y claro, a una le puede la curiosidad y se interesa por el proyecto. Con el segundo trailer ya no las tenia yo todas conmigo... algo olía mal en la historia pero bueno, eso no quiere decir que vaya a ser una mala película, "Mostruoso" tenía unos personajes odiosos pero entretenía, se dejaba ver y, al lado de Skyline, es una obra maestra del séptimo arte. Y antes de que alguien vuelva a ponerse histérico recuerdo que las críticas en este blog llevan spoilers a tutiplén en el 90% de las veces, ya sabeis, advertidos quedais.


En definitiva, el quid de la cuestión es que han sabido vendernos de puta madre una mierda como un templo y se merecen un aplauso por ello y deberian darles un premio y todo porque ha sido espectacular la jugada. Nos encontramos ante una de esas películas que comienzan siendo "medio decentes" y que, conforme pasan los minutos se va convirtiendo en una aberrración artística (si se le puede llamar a esto artístico) de proporciones cósmicas. Skyline es un insulto a la inteligencia del espectador, un insulto a la humanidad al completo y una vergüenza como película en general porque es que no sirve ni para reirte de ella, sirve para salir de la sala antes de que acabe y así intentar olvidar los minutos de bazofia que inundan tu mente.


Hay que reconocer que no empieza mal, una pareja de novios llega a Los Angeles al piso de un colega ricachón y preparan una fiesta en plan "Tronco qué pasa vamos a beber y a follar si podemos...", ya sabeis, lo típico, con tías en bikini y tetas en primer plano en los diálogos. Cuando están todos sobando llegan los marcianos a dar por culo y tenemos la única escena realmente interesante, cuando la luz azul se proyecta en exterior del edificio y hace que a uno de ellos se le vaya la pinza y sea "abducido" (o aspirado también se podría decir viendo las escenitas).


A partir de ahí comienza el despropósito. No hay guión, no hay historia que contar, los actores (si se les puede llamar así) están para matarlos, todos, no se salva ni uno... De verdad, estamos ante la mayor estafa del año porque esto es un "Directo a DVD" como una casa y hace a Michael Bay un maestro en la profundidad de personajes. TODO está desaprovechado, historia, personajes y los efectos especiales tampocos es que sean de otro mundo la verdad más aún cuando la escena más espectacular (toda la peña siendo abducida) ya la vimos en todos los trailers (incluso en el poster). Y claro, con todo este pampaneo ¿Qué nos queda? Pues una de las peores pelis del año (por no decir la peor). Es mala en todos los aspectos y solo serviria para verla en casa con los amigos y emborracharse al máximo.


¡Ah! Y lo mejor de todo es el final, es lo que ya le da el toque definitivo de obra maestra a la cinta, es lo que la termina de hacer grandiosa. Es el momento en el que piensas "Vale ¿Dónde está la cámara oculta?" Indescriptible, creo que voy a tener pesadillas unas cuantas noches. Es que no merece la pena ni seguir hablando de ella, tomaos esto como una advertencia: NO OS GASTEIS EL DINERO EN VER ESTA PUTA MIERDA. Gracias.

martes, 23 de noviembre de 2010

Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte 1, por fín podemos volver a aplaudir


Mi "ilusión" ante un nuevo estreno de Harry Potter ha ido disminuyendo con el paso de los años. Me he leido todos los libros, empecé con 10 años por lo que soy de esa generación de veinteañeros que, literalmente, hemos crecido con Harry Potter e incluso a la vez que sus protagonistas. Realmente no estoy incluida en ese grupo de personas que se saben el capítulo y la página en el que pasa tal cosa o tal escena, a tanto no llego, simplemente me gustaron los libros (unos más que otros) y ahí he estado, plantada en el cine desde el estreno de la primera entrega.


Mi problema particular con esta saga no es que considere que las películas son malas, el que lo diga o no entiende de cine o ha visto muy poco, realmente lo que me pasó fue que, a partir de la cuarta entrega esto fue para mí un "más de lo mismo" bastante desilusionante. "La Piedra Filosofal" y "La Cámara Secreta" fueron las primeras, algo así como la novedad en su momento y los fans disfrutamos, como críos que éramos, del espectáculo. "El Prisionero de Azkaban" (que sigue siendo mi favorita) supuso un punto de inflexión gracias a la magnífica dirección de Alfonso Cuarón que hizo evolucionar a nuestros protagonistas y a la historia. Pero llegó "El Caliz de Fuego", muchos la pusieron a parir porque se saltaron más de la mitad del libro, a mí eso nunca me ha importado siempre y cuando la historia esté bien contada y, en este caso, no lo estaba. Todo deprisa y corriendo, mal contado, sin profundidad en los personajes, Harry enfrentándose a pruebas mortales que nos importaban un pito... únicamente la presencia de los secundarios (un gran Ralph Fiennes como Voldemort o una inmejorable Miranda Richardson como Rita Skeeter) lograron salvar la función. "La Orden del Fénix" me pareció aburridísima y "El Misterio del Príncipe" era más una comedia adolescente que otra cosa. No se puede decir que estas dos últimas entregas no hayan servido para nada pero realmente se salvan por la entrada de nuevos (y magníficos) actores. Tras el mal sabor de boca dejado por la última parte (donde se pasaron la historia de Voldemort por el forro) nos llega "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte Parte 1". Y cuando yo ya pensaba en ver "otra más" me encuentro con el espíritu de la saga resurgido y con una profundidad en nuestros protagonistas que no se veía desde "El Prisionero de Azkabán". Y es que el gran acierto de esta primera parte del final es que no aparece Hogwarts, no aparecen sus uniformes, ni sus clases, ni sus alumnos... y aunque pudiera parecer que esto es malo para la película, resulta ser todo lo contrario. Esto le permite no ser más de lo mismo y ha hecho que muchos recuperemos la fé en el Señor Potter. El no pisar el colegio ha supuesto una liberación para el público y para los propios personajes.



Desde el principio te das cuenta de que esto ya es otra cosa, esos tres primeros minutos en los que Ron mira con temor al horizonte, en los que los tíos de Harry se marchan y, sobretodo, esa escena fantástica, dramática y atemorizante de Hermione con sus padres nos demuestra que algo ha cambiado y realmente así ha sido. No solo en los protagonistas sino en la historia en general y todavía estoy dando las gracias por ello.


Por primera vez vemos a Harry, Ron y Hermione sobrevivir solos, sin ayuda de nadie y con los peligros que ello supone. Y algo tan sencillo como Hermione lanzando hechizos protectores o Harry ante la tumba de sus padres nos permite ver por fín algo distinto, nos permite ver que realmente nuestro trío ha crecido y una tienda de campaña con tres amigos dentro (junto a un guardapelo cabrón) son la escusa perfecta para realmente llegar a conocerlos como no lo habíamos hecho hasta la fecha.


Sin duda alguna las interpretaciones de los protagonistas siempre han sido buenas pero aquí ya los podemos ver como actores de verdad no como "unos niños que lo hacen bien". Emma Watson siempre ha sido la mejor de los tres, algo que nunca había eclipsado a los demás porque tampoco salía mucho en pantalla, pues aquí se ha lucido (más bien la han dejado lucirse) porque aparece espléndida en todas y cada una de sus escenas (impresionante en la Mansión Malfoy junto a la siempre espectacular Helena Bonham Carter), a esto añadimos a un Rupert Grint más carismático que nunca, graciosísimo cuando tiene que serlo (los momentazos de Ron con Hermione son, como siempre, de lo mejor de la saga), le vemos muy preocupado e incluso más celoso que de costumbre... Daniel Radcliffe nos brinda su mejor interpretación de Harry Potter (más vale tarde que nunca) y, al igual que sus dos compañeros de reparto, nos deja ver la psicología y el estado de ánimo de su personaje con un solo gesto. La soledad mostrada en los momentos de la tienda de campaña, la marcha de Ron, el "polémico" baile con Hermione (que yo no veo que sea para tanto pero hay gente que ha puesto el grito en el cielo). Todo esto unido a unos secundarios igual de perfectos que siempre (que es cierto que salen menos de lo que deberían) nos hace disfrutar de una película de aventuras seria (con comedia en su justa medida), adulta y con unos personajes profundos por los que preocuparnos y con los que merece la pena llegar al final del camino.



David Yates ha recuperado el respeto de los fans tras la quinta y sexta parte por su gran dirección en esta. No lo podría haber hecho mejor. Escenas como la de los siete Potters, la tortura a Hermione en la mansión Malfoy o esa infartante persecución por el bosque nos hacen obviar los fallos siempre presentes (aunque pequeños) y disfrutar de una grata sorpresa en dirección, historia (bien llevada) y actuación. Por fín volvemos a tener ilusión. Por fín he visto al Harry adulto capaz de vencer a Voldemort. Por fín he vuelto a disfrutar como la primera vez. Por fín no he vuelto a ver más de lo mismo. Por fín he podido volver a aplaudir.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Mamma Mia! Grecia + ABBA + Meryl... a disfrutar del espectáculo



No se le pueden buscar tres pies al gato, no se los puedes buscar a "Mamma Mia!" porque hay que saber que aquí uno va a pasárselo bien. El éxito del musical hizo que esta historia diera su salto a la gran pantalla con idéntica trama pero con actores de renombre y unos exteriores dignos de gran estudio (Universal en este caso).


Hay quienes no soportan el género musical y les comprendo, el hecho de que en medio del diálogo te empicen a hacer gorgoritos puede resultar más que molesto pero, dejando eso a un lado, y mirando todo esto desde un punto de vista de alguien a quien le gusten todo tipo de géneros... saldrás cantando y ese es su objetivo cumplido. La emoción cada vez que suena una nueva canción conocida por todos se mezcla con una trama simplísima y a la vez amena y divertida, con unos actores (encabezados por la gran Meryl Streep) a los que no les importa hacer el ridículo en algún que otro momento y con una localización Griega que hipnotiza.



Siendo claros y sinceros, esto no es "West Side Story" o "Chicago" por Dios, ni de lejos. Esto es una definición global de entretenimiento para todo el mundo, no importa edad. Una de esas películas que puedes ver en cualquier momento y en cualquier lugar.


Porque el hecho de que una chica (Amanda Seyfried) quiera encontrar a su padre nos da la escusa perfecta para disfrutar de números musicales con unas canciones que todos conocemos y queremos. El tema del cante es mejor llevado por unos que por otros (Pierce Brosnan hace lo que puede) pero bueno, si quería quitarse su imágen de James Bond lo consiguió, desde luego que sí.



Junto con Pierce Brosnan tenemos a actores y actrices para quitarse el sombrero. Meryl Streep es Dios, punto y final, se acabó. Da igual la época, el lugar o el género en el que la pongas, ella te lo hace perfecto. Hace unos años mi madre decia "Esta mujer hace de todo, solo le falta cantar" y yo respondí "Tiempo al tiempo..." pues ya ha pasado ese tiempo y aquí la tenemos cantando, bailando y actuando igual de bien que siempre, me arrodillo ante Meryl Streep. Una mención especial para Julie Walters y Christine Baranski (que interpretan a las mejores amigas del personaje de Meryl), no solo son lo mejor de esta película, es que son lo mejor dentro de las actrices de su generación. Los integrantes del trío masculino (Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard) están total y absolutamente fuera de lugar y, aunque para unos sea una cagada monumental para mí fue un punto a favor en la diversión. Los jovencitos que dan lugar a todo el follón... bueno, más bien ella, Amanda Seyfried, que está totalmente encantadora en esta película que hizo ver que Veronica Mars y Chicas Malas era solo el principio de una carrera que de momento va bien encaminada y, si no se tuerce, puede llegar lejos porque no hay que ser muy listo para darse cuenta de que estamos ante una actriz que, dentro de esta generación de veinteañeros que se dedican a ver quien está más bueno, Amanda está destacando por su talento desde el principio. Dominic Cooper no puede hacer mucho con su papel pero sus trabajos anteriores demuestran que tiene tablas y esta película fue (al igual que para Amanda) un lanzamiento internacional de un par de narices.



La mezcla de actores, música y lugar es explosiva y convierte una historia realmente mediocre en algo que da gusto ver. Porque a veces en lo sencillo está el éxito, ¿Cine para borregos? Es posible, pero no me avergüenzo de haber salido del cine con una sonrisa de oreja a oreja cantando unas canciones que están en la memoria y el corazón de todos.

martes, 9 de noviembre de 2010

The Last Airbender; o cómo fallar en TODO



"The Last Airbender" (titulada en España "Airbender; El último Guerrero") es una película de aventuras para toda la familia como la anteriormente comentada "El Aprendiz de Brujo" y que, con sus más y sus menos, lograba ser una cinta amena y entretenida. Pues bien, esta "Airbender" hace al "Brujo" (por nombrar una reciente), una obra maestra.


No voy a poner a parir a M. Night Shyamalan, es más, lo considero un gran director y un maestro a la hora de rodar, un artesano manejando la cámara, algo que se puede ver perfectamente en "El Incidente" película que puede gustar más o menos (a mí no me gustó) pero que tiene escenas y planos inmensos, antológicos. Ese M. Night Shyamalan, el de los planos supremos u obras maestras como "El Sexto Sentido" o "El protegido" aquí no aparece por ningún lado y nos brinda su peor película.


"The Last Airbender" es un desastre, así, resumiendo, y se salva de ser una absoluta mierda porque los efectos especiales son medio decentes. Nos encontramos con las tres claves que hacen a una película insoportable: mal guión, malas interpretaciones y mala dirección. Un desastre en todos los sentidos que, en una película que se supone que va a ser de todo menos aburrida resulta vergonzoso ver como el público joven la ponía a parir sin compasión en medio de la proyección, los niños no querian más que irse de la sala (una sala a reventar por cierto) y los padres de esos niños roncaban en la butaca cual oso invernando (doy fé, uno de ellos estaba al lado mío). A todo esto añadimos un 3D de postproducción, mundialmente conocido como "Me acaban de robar más de 10 Euros". Con este pampaneo se va viendo que no hay NADA salvable en "The Last Airbender" (puede que algún efecto especial).


La historia tiene potencial pero a los diez minutos ya estás durmiendo, es increible como se convierte en el mayor de los muermos mientras personajes con cero carisma sueltan por su boca frases sin sentido que ni ellos se creen y, encima, de vez en cuando asistimos a diálogos cortados, cortes cuando parecia que aún quedaba conversación por decir y quedántote con cara de pánfilo pensando "Lo que faltaba, tijeretazos en el montaje". Esa es otra, el peor montaje de los últimos tiempos.


Es como una reacción en cadena, Shyamalan no parece estar detrás de la cámara, los cortes en el montaje, un guión que es absolutamente penoso (en serio, indescriptible, como la escenita de la princesita de pelo blanco con los peces... para morirse) y claro, todo esto nos lleva a lo inevitable, a unos actores penosos, de vergüenza ajena vamos.


Ninguno está bien en su papel, nadie. Los dos niños protagonistas tienen el nivel de empatía de una mesa de cocina. Dev Patel (absolutamente genial en la fantástica "Slumdog Millionaire") aquí está horroroso repitiendo todo el rato la misma frase (siempre dice lo mismo, que tiene que recuperar el honor y su padre y bla bla bla, en cada escena lo dice). El resto de actores se puede decir que varían entre lucir palmito sin abrir la boca o abrir la boca para soltar un parida que hará que te retuerzas de dolor en tu sofá o que te quieras cortar las venas ya mismo.


Mala hasta decir basta, absolutamente prescindible y, encima, aburrida. ¿Qué más se puede pedir? Nada porque "The Last Airbender" lo tiene todo... lo malo claro.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Rumores y Mentiras, la mejor comedia adolescente desde Chicas Malas


Es decir las palabras "comedia adolescente" y que a muchos les entre una gran angustia seguida de una cara de asco sin disimulo. Uno de los géneros cinematográficos más detestados por los mayores de edad y de los peores llevados a la gran pantalla a lo largo de la historia. Porque, al igual que ocurre con el terror, hay mucha mierda en este género. Lo que pasa es que, cuando la jugada les sale bien, nos encontramos con auténticas gozadas como "El Club de los Cinco", "Clueless", "10 Razones para Odiarte"... y se puede decir que la última grán película de esta temática fué "Chicas Malas" que, cogiendo todos los elementos clásicos (chica nueva que es una santa, mala malísima y sus secuaces, chico guapo y perfecto, amigo gay...) los exageraba tanto (a los personajes y a las situaciones) que se convirtió en una parodia surrealista en toda regla, con la mejor mala de instituto de todos los tiempos (pero mala de verdad, no gilipollas), Regina George (Rachel McAdams) a la que hoy día nadie ha logrado superar. Hemos tenido que esperar seis años para que otra comedia adolescente esté a la altura, y esa es "Rumores y Mentiras" (Easy A).



Normalmente nuestra protagonista suele ser una santa idiota y sosa (ejem, Lindsay Lohan en todas las que protagonizó en su momento) y son por lo tanto los secundarios los que levantan la cinta (vease la nombrada "Chicas Malas"). Aunque hay excepciones como Cher (Alicia Silverstone) en "Clueless" que era la protagonista y a su vez lo mejor de la película, aquí, por primera vez desde entonces, nuestra protagonista, Olive, es lo mejor de la cinta. Emma Stone está absolutamente genial en su papel y ha conseguido no solo hacer un taquillazo (lleva recaudado más del triple de lo que costó) sino también consolidarse dentro de la industria. Olive es una santa que hace creer a todo su intituto que es una puta, así, sin más, ya tenemos el lío montado porque no hay película adolescente sin lío por enmedio, sin una mala malísima o un chico guapo.



Porque el hecho de que Olive le cuente a su mejor amiga (inerpretada por una genial Alyson Michalka, protagonista de Hellcats) que ha perdido la virginidad (siendo mentira), la hace convertirse en el centro de todas las miradas y la lleva a aceptar dinero y regalos por parte de los chicos pardillos del intituto por finjir que se ha acostado con ellos. Se unen a este coctel unos padres ultracomprensivos que ya los quisiera más de uno (Stanley Tucci brilla como siempre), la no tan mala malísima Amanda Bynes que es presidenta de un club de castidad (casi secta) al que "pertenece" el guapísimo Cam Gigadent y Penn Bladgley como chico guapo y objeto de deseo de nuestra protagonista que, aunque parece que sigue en Gossip Girl (igual de soso) no sale mucho y no es el quaterback del equipo de fútbol por lo que es soportable. También hace su aparición estelar Lisa Kudrow, casi desaparecida desde "Friends" y cuyo personaje, al final, no tiene desperdicio.


Lo mejor es que todos ellos están bien en sus papeles y Emma Stone soporta todo el peso de la película sobre sus hombros sin ningún problema. La comprendes, te preocupa y, lo mejor de todo, te ries con ella y no de ella (hay que tener clara la diferencia) haciéndote pasar un gran rato durante la película que, en el fondo, es lo que esperamos.



No quiero contar más porque ello supondría tener que mencionar frases o momentos antológicos que es mejor verlos que contarlos y esta película tiene unos cuantos. Las referencias (y homenajes) a películas adolescentes de los ochenta son cuantiosos y no hace más que confirmar que esta película pretende tener la grandeza, en su género, de los films de antaño. Lo consigue con creces.

Wind Chill, una sorpresita entre mucha mierda




Oh sí, Halloween. El fin de semana del año en el que mis amigas y yo quedamos para ver películas de terror (a cual de ellas más mala). Un maratón hasta que llega el día de la fiesta y toca disfrazarse. Este año no iba a ser menos. Decenas de "peliculones" (por llamarlos de alguna manera) entre los que se encontraba la "obra maestra" Hermandad de Sangre que me tocó volver a ver, tranquilos, no ha cambiado por obra y gracia del Espíritu Santo, sigue siendo igual de mala. Pero el caso es que la sorpresa vino con "Wind Chill" (que en España se tituló "Escalofrios").


No os penseis que es una película original, digamos que el argumento está mil veces visto: Una chica universitaria tiene que volver a casa por Navidad y para evitar coger el autobús decide compartir coche con otro esdudiante que se dirige al mismo destino hasta que, como no, toman un atajo, tienen un accidente y se quedan atrapados en medio de la nada, sin cobertura y con una una tormenta de nieve. Por si eso no fuera poco, las cosas raras y apariciones extrañas comienzan a surgir. Como he dicho, la originalidad brilla por su ausencia pero lo bueno es que, a pesar de ello, saben meter pequeñas e interesantes pinceladas que hacen a la película diferente dentro de lo ya visto.
 




Por ejemplo, llama la atención que en ningún momento de la cinta sepamos cómo se llaman los protagonistas. Es extraño y nada común pero no afecta a la historia e incluso la hace más intrigante. Y además nos ahorramos el típico momento de la chica en plan "John ¿Eres tú? ¡No tiene gracia!" momento mil millones de veces visto y en el que el nombre de John puede ser cambiado por cualquier otro, aquí nos lo ahorramos. Destacan los protagonistas, porque Emily Blunt aún no había pegado el pelotazo con "El Diablo Viste de Prada" pero ya apuntaba maneras de buena actriz, Ashton Holmes (al que me hizo gracia ver porque ahora está en Nikita) sabe dotar a su personaje de la intriga necesaria en un principio para ir evolucionando para bien.


No es fácil mantener la tensión durante 90 minutos con solo dos protagonistas encerrados en un coche pero Blunt y Holmes consiguen algo que hoy en día, en el género de terror, muy pocos logran, y es que te identifiques con los personajes. No pueden faltar los giros de guión que durante la primera mitad de la película son magníficos; las mentiras del personaje de Holmes, las primeras apariciones fantasmales (el policia es un hijo de puta de mucho cuidado)... ya sabeis, un comienzo WTF en plan "no me entero de nada, no sé si este es bueno o malo pero me encanta" y encima te llevan algún que otro susto bueno. Luego la trama se estanca un poco y los sucesos paranormales empiezan a chirriar pero el final está a la altura de las circunstancias e incluso llegas a respirar de alivio junto con Blunt.



La película logra mantenerte alerta a pesar de un pequeño capuzón en la segunda mitad y a pesar de su poca originalidad en el argumento, son los pequeños detalles que introduce, unidos a dos buenos actores lo que la hace superior a la media. Es para aplaudir el hecho de que deje a un lado lo de "somos un grupo de amigos imbéciles y un asesino nos va a matar uno a uno" o la macabreria de las sagas de Saw y Hostel, el terror clásico nunca viene mal. No pasará a la historia, en España incluso se estrenó directamente en DVD pero no nos engañemos, eso no la hace una mala película sino una cinta que nadie habria ido a ver a una sala de cine, el género de terror en los cines se limita a tetas y gore, "Wind Chill" (Escalofrios) logra algo muy raro hoy día, que una película de terror de miedo sin que haya litros de sangre por enmedio, con una trama medianamente decente y unos personajes a los que no les deseas una muerte dolorosa. Cuando Emily Blunt mira la foto de su movil te das cuenta de lo importantes (y lo buenos) que han sido los dos protagonistas de la película.