martes, 9 de noviembre de 2010

The Last Airbender; o cómo fallar en TODO



"The Last Airbender" (titulada en España "Airbender; El último Guerrero") es una película de aventuras para toda la familia como la anteriormente comentada "El Aprendiz de Brujo" y que, con sus más y sus menos, lograba ser una cinta amena y entretenida. Pues bien, esta "Airbender" hace al "Brujo" (por nombrar una reciente), una obra maestra.


No voy a poner a parir a M. Night Shyamalan, es más, lo considero un gran director y un maestro a la hora de rodar, un artesano manejando la cámara, algo que se puede ver perfectamente en "El Incidente" película que puede gustar más o menos (a mí no me gustó) pero que tiene escenas y planos inmensos, antológicos. Ese M. Night Shyamalan, el de los planos supremos u obras maestras como "El Sexto Sentido" o "El protegido" aquí no aparece por ningún lado y nos brinda su peor película.


"The Last Airbender" es un desastre, así, resumiendo, y se salva de ser una absoluta mierda porque los efectos especiales son medio decentes. Nos encontramos con las tres claves que hacen a una película insoportable: mal guión, malas interpretaciones y mala dirección. Un desastre en todos los sentidos que, en una película que se supone que va a ser de todo menos aburrida resulta vergonzoso ver como el público joven la ponía a parir sin compasión en medio de la proyección, los niños no querian más que irse de la sala (una sala a reventar por cierto) y los padres de esos niños roncaban en la butaca cual oso invernando (doy fé, uno de ellos estaba al lado mío). A todo esto añadimos un 3D de postproducción, mundialmente conocido como "Me acaban de robar más de 10 Euros". Con este pampaneo se va viendo que no hay NADA salvable en "The Last Airbender" (puede que algún efecto especial).


La historia tiene potencial pero a los diez minutos ya estás durmiendo, es increible como se convierte en el mayor de los muermos mientras personajes con cero carisma sueltan por su boca frases sin sentido que ni ellos se creen y, encima, de vez en cuando asistimos a diálogos cortados, cortes cuando parecia que aún quedaba conversación por decir y quedántote con cara de pánfilo pensando "Lo que faltaba, tijeretazos en el montaje". Esa es otra, el peor montaje de los últimos tiempos.


Es como una reacción en cadena, Shyamalan no parece estar detrás de la cámara, los cortes en el montaje, un guión que es absolutamente penoso (en serio, indescriptible, como la escenita de la princesita de pelo blanco con los peces... para morirse) y claro, todo esto nos lleva a lo inevitable, a unos actores penosos, de vergüenza ajena vamos.


Ninguno está bien en su papel, nadie. Los dos niños protagonistas tienen el nivel de empatía de una mesa de cocina. Dev Patel (absolutamente genial en la fantástica "Slumdog Millionaire") aquí está horroroso repitiendo todo el rato la misma frase (siempre dice lo mismo, que tiene que recuperar el honor y su padre y bla bla bla, en cada escena lo dice). El resto de actores se puede decir que varían entre lucir palmito sin abrir la boca o abrir la boca para soltar un parida que hará que te retuerzas de dolor en tu sofá o que te quieras cortar las venas ya mismo.


Mala hasta decir basta, absolutamente prescindible y, encima, aburrida. ¿Qué más se puede pedir? Nada porque "The Last Airbender" lo tiene todo... lo malo claro.