lunes, 1 de noviembre de 2010

Wind Chill, una sorpresita entre mucha mierda




Oh sí, Halloween. El fin de semana del año en el que mis amigas y yo quedamos para ver películas de terror (a cual de ellas más mala). Un maratón hasta que llega el día de la fiesta y toca disfrazarse. Este año no iba a ser menos. Decenas de "peliculones" (por llamarlos de alguna manera) entre los que se encontraba la "obra maestra" Hermandad de Sangre que me tocó volver a ver, tranquilos, no ha cambiado por obra y gracia del Espíritu Santo, sigue siendo igual de mala. Pero el caso es que la sorpresa vino con "Wind Chill" (que en España se tituló "Escalofrios").


No os penseis que es una película original, digamos que el argumento está mil veces visto: Una chica universitaria tiene que volver a casa por Navidad y para evitar coger el autobús decide compartir coche con otro esdudiante que se dirige al mismo destino hasta que, como no, toman un atajo, tienen un accidente y se quedan atrapados en medio de la nada, sin cobertura y con una una tormenta de nieve. Por si eso no fuera poco, las cosas raras y apariciones extrañas comienzan a surgir. Como he dicho, la originalidad brilla por su ausencia pero lo bueno es que, a pesar de ello, saben meter pequeñas e interesantes pinceladas que hacen a la película diferente dentro de lo ya visto.
 




Por ejemplo, llama la atención que en ningún momento de la cinta sepamos cómo se llaman los protagonistas. Es extraño y nada común pero no afecta a la historia e incluso la hace más intrigante. Y además nos ahorramos el típico momento de la chica en plan "John ¿Eres tú? ¡No tiene gracia!" momento mil millones de veces visto y en el que el nombre de John puede ser cambiado por cualquier otro, aquí nos lo ahorramos. Destacan los protagonistas, porque Emily Blunt aún no había pegado el pelotazo con "El Diablo Viste de Prada" pero ya apuntaba maneras de buena actriz, Ashton Holmes (al que me hizo gracia ver porque ahora está en Nikita) sabe dotar a su personaje de la intriga necesaria en un principio para ir evolucionando para bien.


No es fácil mantener la tensión durante 90 minutos con solo dos protagonistas encerrados en un coche pero Blunt y Holmes consiguen algo que hoy en día, en el género de terror, muy pocos logran, y es que te identifiques con los personajes. No pueden faltar los giros de guión que durante la primera mitad de la película son magníficos; las mentiras del personaje de Holmes, las primeras apariciones fantasmales (el policia es un hijo de puta de mucho cuidado)... ya sabeis, un comienzo WTF en plan "no me entero de nada, no sé si este es bueno o malo pero me encanta" y encima te llevan algún que otro susto bueno. Luego la trama se estanca un poco y los sucesos paranormales empiezan a chirriar pero el final está a la altura de las circunstancias e incluso llegas a respirar de alivio junto con Blunt.



La película logra mantenerte alerta a pesar de un pequeño capuzón en la segunda mitad y a pesar de su poca originalidad en el argumento, son los pequeños detalles que introduce, unidos a dos buenos actores lo que la hace superior a la media. Es para aplaudir el hecho de que deje a un lado lo de "somos un grupo de amigos imbéciles y un asesino nos va a matar uno a uno" o la macabreria de las sagas de Saw y Hostel, el terror clásico nunca viene mal. No pasará a la historia, en España incluso se estrenó directamente en DVD pero no nos engañemos, eso no la hace una mala película sino una cinta que nadie habria ido a ver a una sala de cine, el género de terror en los cines se limita a tetas y gore, "Wind Chill" (Escalofrios) logra algo muy raro hoy día, que una película de terror de miedo sin que haya litros de sangre por enmedio, con una trama medianamente decente y unos personajes a los que no les deseas una muerte dolorosa. Cuando Emily Blunt mira la foto de su movil te das cuenta de lo importantes (y lo buenos) que han sido los dos protagonistas de la película.