sábado, 24 de diciembre de 2011

Winter's Bone, la grandeza de Jennifer Lawrence


Hay películas cuyo resultado depende única y exclusivamente del actor o actriz principal. Por muy buena que sea la idea/planteamiento/historia, si el o la protagonista no está en estado de gracia el barco se hunde. "Winter's Bone" es una de esas películas y Jennifer Lawrence es la Diosa que todo lo hace posible. 


La directora Debra Granik nos introduce en la América profunda, esa que solo vemos en contadas ocasiones. Un pueblo por donde parece que no pasa el tiempo, con casas de madera en medio del bosque, sin televisión, sin móviles, sin internet, en pleno invierno (llegas a sentir el frío) creando una atmósfera única, un universo propio cuyo centro es Ree (Jennifer Lawrence) una adolescente de 17 años que no va a la escuela sino que se dedica a sobrevivir como puede para mantener a sus hermanos pequeños y a una madre totalmente ida, no penséis que hay drama en la situación, ni un solo signo de tristeza por ello, ella lo acepta, lo tiene asumido (el espectador, obviamente, lo flipa). El problema viene con el padre de la muchacha, nadie sabe dónde está y tiene que encontrarlo antes de una semana o perderán la casa... encontrarlo o demostrar que está muerto (las dos opciones que se manejan durante el metraje). Ree comienza la búsqueda y con ello empiezan a aparecer personajes (la mayoría de su propia famila) que dan miedo no, lo siguiente. Pero es Lawrence la que lleva la voz cantante, todo gira a su alrededor y son sus gestos, su manera de hablar, de expresarse, de vestirse e incluso de caminar lo que hacen que la atmósfera conecte con el personaje al mismo tiempo que los secundarios desfilan para darle a Lawrence la excusa perfecta para seguir luciéndose.




Mantener la intriga de lo sucedido con el padre resulta extremadamente fácil y te mantiene atento hasta el absolutamente magistral final, lo cierto es que destaca el estilo de "así son las cosas" en ese dichoso pueblo ante lo que el espectador solo puede fascinarse y atemorizarse al mismo tiempo, como si fuera una especie de universo paralelo donde tus propios vecinos (familiares en la mayoría de los casos) son capaces de darle un palizón a una adolescente, matar y consumir droga como si eso fuera lo más normal del mundo, algo de lo que la propia Ree también hace gala con la llegada del policía al principio de la cinta. Hay que destacar la memorable actuación de John Hawkes que acompaña a Lawrende durante la mayor parte de la cinta, interpretación magistral de él y de todos los secundarios (y todas, porque vaya tela con ellas).


"Winter's Bone" es una obra maestra gracias a sus sencillos elementos sumados a una soberbia Jennifer Lawrence (nominación al Oscar a la mejor actriz) y a una ambientación que hipnotiza con unos personajes de diez. Dramática, emotiva y espeluznante por momentos, "Winter's Bone" lo tiene todo.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Attack the Block, invasión en el lugar equivocado



Uno no puede evitar sentir curiosidad ante el argumento de "Attack the Block". ¿Una invasión alienígena en uno de los barrios más chungos de Londres con un montón de macarras luchando por matarlos? Definitivamente compro. El problema viene cuando te das cuenta de que a pesar de las ganas, del esfuerzo y de valorar el hecho de que está realizada con cuatro duros no puedes obviar que es más significativo las ganas al hacerlo que el producto final.


Es imperdonable que en una película como esta los protagonistas tengan tan poca empatía con el espectador (en este aspecto me recordó a los protagonistas de "Mostruoso"), es imposible cogerles aprecio o cariño lo cual no quiere decir que no disfrutes con todo lo que pasa alrededor de ellos, lo haces (y mucho) pero con la sensación de que deberían ser ellos los que tiren del carro no la idea en general. Los secundarios (el ganster o el drogata) no ayudan demasiado aunque cumplen con su papel y salen poco (lo cual se agradece).




Lo cierto es que hay rasgos de gran personaje en el protagonista (y líder de los muchachos) Mose (John Boyega) pero no se llega a profundizar demasiado en su complicada vida y personalidad aunque las pinceladas que nos muestran (a pesar de ser pocas) demuestran que es un gran personaje poco explotado por culpa de centrarse en otras cosas menos interesantes (los ya nombrados secundarios sin gracia o el amigo que se pasa la cinta en el contenedor). Moses levanta la película con ayuda de Sam (Jodie Whittaker) que se mete en el follón por casualidad y es como los ojos del espectador, conocemos más cosas de los protagonistas a través de ella y destaca también el grupo de amigas de los chavales siendo el momento que pasan en la casa de estas intentando explicarles la situación con sus posteriores consecuencias la mejor escena de la película, por loca y por genial. Ese es el pilar, la santísima trinidad de "Attack the Block": Moses, Sam y las chicas, por ello, uno no puede sino darse cabezazos contra la pared al ver como estas últimas están tan desaprovechadas en favor de otros secundarios tan subnormales.




A pesar de todo, "Attack the Block" supera la prueba por su buen hacer como historia, por unos momentazos dignos de ver (esos chavales que en lugar de huir se arman hasta los dientes para matar a "esos cabrones que han invadido el barrio"), con un bloque de edificios que es un personaje más. La dirección es competente y los efectos visuales no son nada del otro mundo pero se comprende debido al presupuesto.


"Attack the Block" es una película muy recomendable para pasar un buen rato y para divertirse con determinados momentos deslumbrantes. Hay veces en los que la idea supera al conjunto pero, aún así, podemos dar gracias por lo conseguido.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Nueve Vidas, la grandiosidad del vacío


Las películas que cuentan numerosas historias son mi debilidad (entre otras muchas), pero no me refiero a bazofias como "Historias de San Valentín" o "Noche de Fin de Año" que nos muestran amores estilo Hollywood que tienen el típico final (aunque reconozco que tienen su función para un Domingo por la tarde sin nada que hacer). Me refiero a joyitas como "Nueve Vidas", una cinta independiente que nos muestra momentos de la vida de nueve mujeres (unos 12 minutos de cada una de ellas) en los que vemos lo que les ocurre y preocupa para, al momento, pasar a otra historia sin retomar la anterior lo cual nos deja con una enorme sensación de vacío, de querer conocer más a cada una de esas nueve mujeres (bueno, a unas más que a otras). El fragmento dedicado a cada una de ellas está rodado en plano secuencia, para quien no sepa lo que esto significa, se trata de un solo plano para rodar la secuencia de (como he dicho) unos 12 minutos por lo tanto no tiene cortes, la cámara sigue a los actores durante esos minutos utilizando un travelling lo que hace que te metas aún más en las historias, es como una cámara oculta que nos muestra unos minutos de la vida de varias mujeres.


De entre esas historias yo destaco tres que tienen algo en común, comienzan siendo simpáticas historias pero en unos pocos minutos acaban con un final desgarrador y absolutamente abierto que te hace darle vueltas a la cabeza pensando qué habrá sido de ellas a pesar de que sean personajes ficticios. Obviamente aquí cada espectador tendrá su opinión pero yo destaco estos tres "cortos": el protagonizado por Robin Wright Penn reencontrándose con un amor del pasado, Amanda Seyfried con una última mirada que no solo te llega al alma sino que te hace querer ir a buscarla para rescatarla de la vida que le va a tocar aceptar y unas Glenn Close y Dakota Fanning inspiradoras con la historia más sorprendente de todas.




Puede que sea un síntoma de masoquismo pero me encantan los finales abiertos de ahí que adore las películas independientes. "Nueve Vidas" no solo te lo deja abierto, te da la opción de imaginar, una opción que Hollywood no hace más que fastidiar con la creación de más y más precuelas con el único objetivo de explicar lo sucedido. Una obsesión de dar un por qué ( y de ganar más dinero) que no solo suele ser inferior al producto original sino que rompe por completo el misterio y la opción de pensar e imaginar del espectador. El gran acierto de "Nueve Vidas" es la enorme sensación de vacío que deja tras su visionado, un impresionante toque dramático que no habría sido posible si hubieran cerrado las historias.




Los personajes de estas mujeres siguen vivos en la mente del espectador y compadeces las situaciones que viven. Unos momentos los disfrutas mucho, otras historias son más flojitas pero como cada una solo dura unos minutos no da tiempo a cagarse en la madre del director que, por otro lado, demuestra una elegancia pocas veces vista en el manejo de la cámara a lo que sumamos unos actores entregados a la causa.




"Nueve Vidas" es lo que su título indica, no tiene más. Solo hay que dejarse llevar durante unos minutos por unas historias del día a día y por unos personajes femeninos a los que solo puedes desearles que encuentren la felicidad... al menos tienes la opción de poder imaginarlo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

El Diario de Noa, cuando no esperas nada y te lo dan todo


Parece mentira pero ya han pasado unos cuantos años desde que "The Notebook" ("El Diario de Noa" en España) se estrenó en cines (allá por el 2004). Le ocurrió en su momento lo mismo que a "Criadas y Señoras" este año, el público la encumbró a lo más alto y hoy en día lo sigue haciendo, tanto es así que se ha convertido en una de las películas románticas por excelencia, primera recomendación para aquellos que huyen de lo romántico más repetido o bobalicón. "El Diario de Noa" tiene encanto y profundidad gracias a su manera de contar la historia.


La película está basada en la primera novela del ahora famosísimo autor Nicholas Sparks, si bien es cierto que sus obras posteriores (muchas llevadas al cine) como "Querido John", "Mensaje en una Botella", "Un Paseo Para Recordar", "La Última Canción"... mantienen las características propias de Sparks: dramas románticos que te dejan tocado emocionalmente con unos amores supremos que son para siempre, siguen la misma línea pero no llegan a la cumbre de lo que logró alcanzar literaria y cinematográficamente con "El Diario de Noa". El comienzo de la historia no puede ser más tópico, chico pobre y chica rica se enamoran hasta las trancas pero todo se queda en un amor de verano por una serie de circunstancias (la madre de ella, esencialmente), a partir de ahí los vemos crecer y rehacer sus vidas separados esperando para ver si finalmente vuelven a reencontrarse...




... y no pienso contar nada más de la trama. Pocos son los que no la han visto pero bueno, creo que es un enorme fallo (por no decir otra cosa) el contar más sobre la trama, hay verla para descubrir por qué se llama "El Diario de Noa" y hay que verla para llevarse uno de los mazazos más grandes que ha parido el cine, sobre la mitad de la cinta más o menos se confirma aunque se puede intuir desde el principio.


"El Diario de Noa" es mítica por méritos propios (creo que ya se puede decir que es mítica), no solo cuenta la historia de una manera totalmente dramática, desgarradora y divertida por momentos (atención a las peleas de la pareja), es que los actores protagonistas están sublimes (algo que suele ser un acierto y el pilar fundamental de las obras de Sparks pasadas a la gran pantalla). Ryan Gosling y Rachel McAdams consiguen crear una unión perfecta y logran soportar absolutamente todo el peso de la trama sobre sus hombros tanto cuando están juntos como cuando están separados, decir que tienen química es poco. Los secundarios cumplen, la ambientación es una gozada, la dirección está inspirada y la banda sonora acompaña en todo momento.


Por si eso fuera poco, el final es lo mejor que he visto en mucho tiempo, mostrando la cruda realidad de esta pareja en concreto. Siempre he dicho que un gran final puede hacer de una buena película una obra maestra, "El Diario de Noa" no se creó pensando en que iba a ser la octava maravilla del mundo y por ello es aún más especial, por su facilidad a la hora de contar las cosas, por su narración, por sus actores y por su final. Se quedará grabada en tu retina para siempre. Romántica, sí, pero si no logra conmoverte ni un poquito es que eres de piedra. Películas que da gusto ver, películas que el público hace grandes, películas inmortales... con el paso del tiempo estamos comprobando que "El Diario de Noa" es una de esas películas. Obra maestra en su género.

domingo, 27 de noviembre de 2011

In Time, Robin Hood del futuro


El cine repite los mismos argumentos una y otra vez. Lo cierto es que, hoy en día, la originalidad reside en cómo cambias los elementos hasta llegar a la conclusión... El gran dicho "quien bien copia bien inventa" es lema actual de las artes pero, tal y como dice, hay que saber copiar bien pero también saber meter las gotas de genialidad o de cosecha propia justas para dar al público de hoy día (que ha visto de todo) algo que merezca la pena. "In Time" lo consigue.

Mis esperanzas residían en Andrew Niccol (director de "Gattaca", una de mis películas favoritas) porque si algo sabe hacer Niccol es juntar bien los ingredientes para hacer una buena pasta. En el futuro, el tiempo es dinero y todo el mundo para de envejecer a los 25 años, a partir de esa edad si eres rico puedes vivir lo que te de la gana y si eres pobre (o un simple currante de a pie) puedes morir en cualquier momento puesto que tu tiempo se agota y no tienes los recursos para conseguir más. Como vemos, Niccol (director y escritor de la cinta) coge el tan antiguo argumento de ricos contra pobres para empezar a dar palos a un sistema que por muy futurista que sea es como nuestro mercado actual donde ricos y banqueros dominan el mundo porque sí, porque las cosas son así. La historia se complica cuando Will Salas (Justin Timberlake) "secuestra" a Silvia (Amanda Seyfried) la hija de uno de los ricachones más importantes del país y ambos se convierten en los Robin Hood del futuro con toques de Bonnie and Clyde. Robar el tiempo de los ricos para dárselo a los pobres.





A tan trillado argumento no le falta originalidad porque Niccol es muy listo y desde el primer momento en el que uno ve los relojes aparecer en pantalla quedas prendado con su funcionamiento en todos los aspectos (algo que el film explota en su justa medida y sin llegar a cansar en ningún momento), logra que te identifiques con los protagonistas y logra crear un universo en torno a la idea que no solo es plenamente satisfactorio sino fascinante por momentos a pesar de las carencias explicativas de algunos aspectos, en todo caso perdonables.


Justin Timberlake está bien dibujado como personaje y como actor es realmente solvente aunque algunos se empeñen en darle palos porque sí, los motivos por los que comienza su lucha logran la empatía con el espectador desde el primer momento. Amanda Seyfried hace bien lo que que le echen y es el otro 50% de la cinta, si bien es cierto que, en un principio, los motivos por los que se une a Will están cogidos con pinzas y uno no sabe qué esperar de su personaje pero llega un punto (hacia la mitad del metraje) en el que su presencia con Will es indispensable y el duo como pareja se convierte en perfecto, calando en el espectador que se preocupa por AMBOS (algo muy importante) deseando con toda su alma que los dos consigan sus objetivos y rezando para que no les pase nada. Con los dos protagonistas actuando perfectamente hay que destacar al resto de actores, todos estupendos en sus papeles desde un Alex Pettyfer menos soso de lo habitual (insertar aplausos) pasando por un Cillian Murphy del que siempre se puede esperar lo mejor.



"In Time" maneja muy bien sus cartas, sabe qué puntos tocar, sabe donde está el límite y en ningún momento se pasa de lista o intenta tomarnos el pelo más allá del puro entretenimiento. Andrew Niccol sabe contar historias, sabe ser trascendente y aquí lo consigue una vez más. "In Time" no es una obra maestra ganadora de siete Oscars pero los cinéfilos están de enhorabuena, no solo entretiene, sabe cómo hacerlo (que aunque parezca mentira son cosas muy distintas), cuenta algo que merece la pena recordar (y que puede llegar a ser de culto) con unos toques futuristas de los que hipnotizan y con una pareja que sabe llevar el peso de la cinta sobre sus hombros (para muestra los espectaculares y absolutamente infartantes últimos 10 minutos). "In Time" es una película en la que merece la pena gastar tu dinero, los amantes del cine sabrán que eso significa mucho.

sábado, 5 de noviembre de 2011

The Roommate, promesas que tienen que comer

  
Vamos a dejar las cosas claras desde el principio, "The Roommate" es una mala película (eso es algo que ya se veía venir desde el trailer, puede que incluso desde el poster). ¿Mala? Sí, ¿Telefilm de sobremesa? Sí, ¿Entretenida? Pues también... aunque no llega al nivel que debería.

El caso es que "The Roommate" es una obra mediocre que únicamente sirve para que actores que son "promesas" en esto de Hollywood tengan algo en lo que trabajar. Uno no puede hacer otra cosa que sorprenderse cuando ve tantas caras conocidas de la pequeña pantalla desaprovechados de tal manera: Leighton Meester (Gossip Girl), Minka Kelly (Friday Night Lights), Cam Gigandet (Burlesque), Ally Michalka (Hellcats), Nina Dobrev (The Vampire Diaries) y Matt Lanter (90210, aka La Nueva Sensación de Vivir) pasean sus bonitos cuerpos (que no llegan ni a enseñar) por la pantalla durante una hora y media en la que nos dedicamos a ver lo loca que está Rebecca (Leighton Meester) y lo que es capaz de hacer por su obsesión enfermiza con Sara (Minka Kelly), los demás son solo personajes a los que asustar o matar, y a veces ni eso porque ya digo que el desaprovechamiento es total.




Por tanto, se puede decir que nos tragamos la cinta por el simple hecho de ver cómo acaba aunque sepamos de sobra lo que va a a pasar, lo cual ya es un logro. Los tópicos y clichés son infinitos (todo el mundo sabe cómo va a acabar el gato en cuanto aparece... joder, realmente todo el mundo sabe cómo va a acabar la maldita película desde que empieza) pero, entretiene en su mediocridad y puedes darte con un canto en los dientes al ver que cumple medianamente con su cometido (algo que no lograba la muy parecida en objetivos "El Padrastro"). Por ello, "The Roomate" es más comparable con ese otro telefilm de caras conocidas que fue "Obsesionada" (con Ali Larter y Beyonce) solo que esta última supo manejar mejor sus cartas para convertirse en un placer culpable que la que nos ocupa. "The Roommate" se sostiene medianamente gracias a que Leighton Meester hace muy bien de loca, punto y final. Uno termina de ver la película para comprobar si finalmente hace algo y ese es el problema, que tarda mucho en hacerlo porque a pesar de que entretiene dentro de su total y absoluta mediocridad, a "The Roommate" le falta garra e ida de pinza. Leighton Meester está loca... pero no lo bastante (en serio, a pesar de todo esperaba más del personaje, en plan "Melrose Place"), Minka Kelly hace de buena y noble y no se la cree nadie, Ally Michalka hace de zorra (como siempre) pero no hasta el punto que debería haber sido, hay muertes pero te dejan que "ni fu ni fa"... Con esto quiero decir que a "The Roommate" le falta desfase por todos lados, se nota en cada escena el esfuerzo por estar contenida, por no pasarse de la raya cuando es exactamente lo que debería haber hecho para haber sido la hostia.



La ves y la olvidas, así de simple. Ves como unas cuantas promesas de Hollywood que jamás (salvo milagro divino) llegarán a ser estrellas hacen lo que pueden con lo que tienen. Leighton Meester hace muy bien de loca y te mantiene pendiente del pastel en una fría tarde de otoño pero no hay nada que destacar ni nada para recordar, deberían haberse visto antes "Obsesionada" o "Hermandad de Sangre" para saber cómo se hacen las cosas en estos casos pero bueno, nunca llueve a gusto de todos.

martes, 1 de noviembre de 2011

Criadas y Señoras, hay que saber ver los grises



Hay películas que, con solo ver el trailer, respiras Oscar. (Vease los trailers de películas de Clint Eastwood por ejemplo), los observas y ya vas esperando ver una gran obra, y luego están las fantásticas y geniales sorpresas que te da la vida, bueno, mejor dicho, que te da el cine.

"The Help" (conocida en España como Criadas y Señoras) navega por aguas peligrosas. Los años del mayor racismo en Estados Unidos nunca deben ser tomados como una broma para pasar la tarde y tampoco estamos ante un drama de los de salir hecho polvo del cine. Se trata, más bien, de intentar contar una historia dentro de una época donde todo nos parece absolutamente absurdo.

Skeeter Phelan (Emma Stone) es una chica independiente que quiere ser algo en la vida, estudia periodismo y le gusta escribir. Digamos que para conseguir un buen empleo (es mujer en los años 60, obviamente tiene que esforzarse el triple) decide escribir un libro titulado "Criadas y Señoras" (The Help) donde las criadas de su vencindario (todas mujeres de color, oviamente), deberán explicar anécdotas e historias vividas en una sociedad donde no solo limpiaban, servían y hacían la compra, también criaban a los hijos de esas personas teniendo que renunciar a ver crecer a los suyos propios.




Leyéndolo así de primeras uno puede asustarse un poco pero lo que realmente nos encontramos no es una película que machaque a los blancos de entonces y entrone a los negros, que nos aborde un tema de dramatismo absoluto que salgas del cine hecho polvo, no es el caso. Nos encontramos ante una película que muestra una época con una maestría ejemplar, con drama, comedia y entusiamo contenido y dejándonos claro que no todo es blanco o negro y que el ser humano ha mejorado y evolucionado pero todavía le queda mucho por hacer. "Criadas y Señoras" muestra la vida, sabe cómo contarla y qué puntos tocar y da... esperanza. Esperanza para la sociedad y esperanza para el cine actual donde películas pequeñas y honestas se convierten en grandes éxitos gracias a un público que sabe ver más allá, un público que se ha metido en la historia y ha disfrutado con ella. Eso es el cine Señores.



La película navega sin movimientos bruscos, recreándose en los momentos apropiados y sacando lo mejor de unas inspiradísimas actrices. Emma Stone sirve como hilo conductor de la historia, es tan joven y lo hace tan bien siempre que uno se asusta ante las posibilidades de lo que puede llegar a alcanzar en un futuro (junto a Amanda Seyfried y Dakota Fanning, ellas tres son el futuro en femenino de Hollywood). Una Viola Davis comedida, serena, fría... estupenda al fin y al cabo. La antagonista y "mala" de la función encarnada por una Bryce Dallas Howard que tras bodrios como "La Joven del Agua" o "Eclipse" vuelve a demostrar que es una niña de papá, sí, pero con un talento indudable. Lo de Sissy Spacek es un don de toda la vida desde "Carrie" y Octavia Spencer merece una nominación como mejor secundaria por uno de los personajes más divertidos del año. Mención especial para una estupenda Jessica Chastain, el ejemplo claro de que todo no puede ser blanco o negro, también hay grises y personas decentes en todos los lugares y épocas, solo hay que saber verlas y darles una oportunidad.


"Criadas y Señoras" es por tanto una de esas películas que puedes ver mil veces, de las que gustan y se disfrutan, de esas que están hechas con el corazón y parece que no les ha costado trabajo hacerlo. Comedia y drama perfectamente esctructurados donde el tema social llega hasta donde tiene que llegar (tranquilos los novios arrastrados a los que se les menciona comedia romántica y se les revuelven las tripas porque son incapaces de diferenciar una buena de una mala, directamente las odian todas, NO es una comedia romántica, lo mismo le pasó a "El Diablo Viste de Prada", tampoco es una comedia romántica). Y mira, hablando de "El Diablo Viste de Prada", no comparte trama, ni historia, ni argumento con "Criadas y Señoras" pero sí el fondo y algunos puntos, el ser pequeñas/grandes películas con historias de una sociedad que puede ser cambiada a mejor, donde se cometen injusticias y errores y done un buen guión hace que vuelvas a creer en la magia del cine. Una de las sorpresas más agradables del año.

martes, 25 de octubre de 2011

Los Ángeles de Charlie necesitan un remake a su altura



"Los ángeles de Charlie" es un producto que siempre ha llamado la atención. Gusta el hecho de tener a tres delincuentes tías buenas haciendo el bien para un jefe al que ni ellas ni el público conocemos. Se puede decir que el público masculino tiene lo obvio y el femenino la admiración e identificación formando un entretenimiento perfecto a lo que habría que sumarle el hecho de que en los años 70 eso de tener de protagonistas a tres mujeres llevando la voz cantante era de lo más novedoso. De ahí el éxito.
Con la llegada del nuevo siglo Hollywood no perdió la oportunidad de relanzar el filón y optó por una fórmula que se llevaba demasiado por aquel entonces, el exceso. La película (y su posterior secuela) protagonizada por Cameron Díaz, Drew Barrymore y Lucy Liu es una mamarrachada de proporciones cósmicas pero nadie puede negar una cosa, reventaron la taquilla y la gente (que no los críticos) se entretuvo. De ahí el éxito.

Cuando la ABC anunció que "Los Ángeles de Charlie" volvían a casa, es decir, a la televisión, yo fui de las personas que hicieron palmas con las orejas. Como he dicho, me gusta la historia, me gusta la idea y todo lo que se puede crear alrededor de ella. Pero cuando salió el primer trailer no pude hacer otra cosa que temerme lo peor y, efectivamente, el fracaso ha sido estrepitoso.
Muchos son los que apuntan a las actrices elegidas como el mayor error de casting en años, no se equivocan pero vayamos por partes.

No estamos en los años 70, y con esto quiero decir que las mujeres policias, carismáticas y fuertes ya no son la excepción en televisión, son el día a día y las hay de todas las edades, clases y el 99% son bellezas. Por otro lado, todo ese desfase de principios de Siglo ya no se lleva demasiado y podría haber resultado ridículo, por ello, muchos esperábamos que la serie se volviera... SERIA. Y con seria no me refiero a algo en plan HBO, me refiero a algo como lo que han logrado hacer con el remake de Nikita o con Batman en el cine (salvando las distancias con esta última).

Porque si hay algo que define a estos tres nuevos (y ya cancelados) ángeles es, sin duda, el aburrimiento. El público conoce la historia, el público está harto de darle vueltas a lo mismo, por ello hay que ser listo y contar lo mismo pero con novedades. Se que parece una gilipollez pero me habría gustado ver a estas delincuentes ejerciendo como tales, en la cárcel, convirtiéndose en ángeles, sangrando, sufriendo y teniendo una trama general decente persiguiendo a algún asesino, ladrón o lo que sea... vamos, un remake en toda regla desde el principio. Las divinidades y mamarrachadas se acabaron, no digo que no estén buenas, solo pido que sean humanas. Si te pegan un palizón, al día siguiente vas con el ojo morado a la oficina, y si has sido una chunga pues demuéstralo de vez en cuando, y si ambientas la serie en una ciudad un poco más "seria" que la repetida hasta la saciedad (Miami) pues mejor.




Hace unos años este remake habría tenido éxito (solo hay que ver la superficialidad de las películas) pero hoy en día pedimos algo más que tres rostros bonitos pegando tortas. Pedimos drama y empatización (dentro de lo que se pueda con un producto como este, que ya sabemos todos lo que es), en definitiva, un buen lavado de cara. A todo esto le sumamos a Minka Kelly y Annie Llonzhe, decir que no tienen carisma es quedarse corto, no se puede explicar con palabras lo sosas que son, aburren a las piedras y no han cambiado su expresión facial en toda la serie. Los únicos momentos buenos han sido para Rachael Taylor pero con ese guión y esas compañeras no podía hacer más.

A pesar de todo, "Los Ángeles de Charlie" sigue siendo un producto que gusta, que llama la atención y que cuenta con la nostalgia del público de todas las edades formando parte de la cultura popular. Pasaran dos, cinco o diez años pero lo volverán a intentar, solo espero que se den cuenta de que el público responde ante remakes de calidad (Batman o Nikita son claros ejemplos) y que vivimos tiempos jodidos donde no todo puede ser de color de rosa y donde priman los momentos de pasarlas putas sin perder la esperanza. Ahí lo dejo.

domingo, 9 de octubre de 2011

Los Tres Mosqueteros, a ver por dónde empiezo...




...Barcos que vuelan, vestuario sacado del armario de Lady Gaga, isoportable D'Artagnan e insoportable Luis XIII viviendo en un Versalles que realmente fue construido por Luis XIV unos cuantos años después, guión inexistente, Orlando Bloom haciendo el ridículo, Aramis poniendo multas de tráfico... barcos que vuelan... barcos que vuelan y se estampan contra una torre sobre el crucero de Notre Dame que realmente fue construida en el siglo XIX, historia de amor metida con calzador que no se cree ni Dios y que es lo más RIDÍCULO que he visto en años en una sala de cine. Y todavía queda lo mejor, Milla Jovovich teniendo más protagonismo en la historia que los propios mosqueteros (sí, en serio) dado que su marido es el director de la película no hay porqué extrañarse. Piruetas sacadas de videojuego, pirotecnia destinada al paladar de la generación que no ha leído un buen libro ni visto una buena película en su puta vida... ante este pampaneo no queda otra que "reir o llorar" y dependiendo de lo que elijas así saldrás del cine.


Es la peor adaptación de la novela de Alejandro Dumas hasta la fecha (a su lado cintas como la muy notable "El Hombre de la Máscara de Hierro" son obras maestras del séptimo arte). Está totalmente pasada de rosca en todos los aspectos, desde vestuario pasando por actuaciones y situaciones inverosímiles. Muchos serán los que digan que no hay que pedir realismo a este tipo de cintas... estoy de acuerdo, pero una cosa es eso y otra es que se te vaya la olla y pongas a una Milla Jovovich sacada de Resident Evil para la ocasión con un guión que es inexistente, no es que sea flojo es que, repito, es INEXISTENTE. Para muestra de ello tenemos la tremenda profundidad en los personajes de Porthos y Aramis, entre los dos no superan las seis líneas de diálogo en toda la película... penoso. Una cinta que, en lugar de centrarse en las aventuras de estos hombres se centra (atención) en la preocupación por el vestuario de un rey absolutamente detestable, en un Orlando Bloom tramando un plan malvado que nos importa una mierda y, como ya he dicho, en las maniobras de una Milla Jovovich quedándose en bragas siempre con la misma cara (por supuesto). Esos son los pilares de esta nueva versión de "Los Tres Mosqueteros", no hay más.




La única escena que funciona de la película es cuando nuestros mosqueteros luchan contra los 40 soldados de la guardia, a pesar de los numeritos de cámara lenta es una escena divertida, espectacular, donde se ve ese espíritu de aventura, ese lema de "Uno para todos y todos para uno" pero, una vez pasado este momento los mosqueteros quedan (sorprendentemente) a un lado, se acaba la épica, se acaba lo poco bueno que podría haber tenido la cinta para centrarse en lo anteriormente mencionado siendo una mamarrachada de proporciones cósmicas y aún así no han tenido los cojones de joderla del todo metiendo, por ejemplo, marcianos o naves especiales... ya que estamos.

Reir o llorar señores, como he dicho, de ello dependerá que consideres a esta nueva versión un absoluto placer culpable o la mayor desfachatez de los últimos años, no hay término medio y se ve claramente que tampoco lo buscaba.

lunes, 15 de agosto de 2011

Bridesmaids, genial comedia que a punto está de ser épica



El productor Judd Apatow ha destacado estos últimos años por "revolucionar" (si se puede llamar así) la comedia romántica, una comedia estancada en chico conoce chica, ambos no se soportan pero al final acaban amándose locamente. Apatow fue muy listo y elevó el gamberrismo a niveles extremos haciendo protagonistas de sus comedias románticas a los hombres (con alguna que otra acusación de machista) en un género donde en el 99% de los casos lo veíamos todo desde un punto de vista femenino con el que ni las propias mujeres nos sentíamos identificadas (con claras excepciones como por ejemplo "Mientras Dormías" con Sandra Bullock, película fantástica de los Noventa).

El caso es que el método Apatow funcionó y ahí tenemos ejemplos como "Vírgen a los 40" y "Resacón en Las Vegas" (que sin ser de él b
ebe de su método). Ahora Apatow ha dado un paso más allá y tras numerosas películas con los hombres y sus divertidísimas burradas y formas de pensar claras y directas (pero siempre románticos y con gran corazón) pone a dos mujeres al frente de un guión que tiene su método pero esta vez con chicas como protagonistas y, como siempre, alejándose todo lo que puede de la comedia romántica convencional (realmente de romance hay poquito y lo que hay es realista y divertido).

"Bridesmaids" (que en español significa Damas de Honor pero que han decidido traducir con el HORROROSO título de "La Boda de Mi Mejor Amiga" que me niego a utilizar) se estrenó en Mayo en Estados Unidos c
on un presupuesto de 32 millones de Dólares y lleva recaudados solo en ese país casi 200 (a los que habrá que sumarles la taquilla mundial) con la crítica rendida a sus pies y con el público haciendo palmas con las orejas dándole un 7'5 en Imdb.com no podemos sino sentarnos en el cine con las espectativas de ver algo realmente divertido y fresco y las espectativas se cumplen con creces gracias a las seis mujeres protagonistas del film.

La cosa es sencilla, Lillian (Maya Rudolph) se va
a casar y le encarga a su amiga de toda la vida, Annie (Kristen Wiig) que sea su dama de honor y que se encargue por tanto de organizar todos los preparativos, vestidos y respectivas fiestas (incluida la despedida de soltera).




Esta es una película de personajes y por tanto otras cuatro mujeres se unen a la acción (las otras damas de honor) que acompañarán a nuestra protagonista en todo momento. Y aquí reside el éxito de la película, estas mujeres son un cuadro, pero un cuadro de verdad. Helen (Rose Byrne) la pija del grupo que rivaliza en todo momento con Annie por organizarlo todo, Rita (Wendi McLendon-Covey) madre amargada con tres hijos que solo tiene ganas de irse de fiesta de una vez, Becca (Ellie Kemper) la feliz recién casada y Megan (Melisa McCarthy) la amiga bestia a la que todos acabamos adorando.

Tras una introducción de los personajes pasamos a la acción, una sucesión de escenas surrealistas donde a estas mujeres les pasa d
e todo y donde los hombres realmente no pintan nada a excepción de la vida sentimental de nuestra protagonista que se acuesta con un capullo a pesar de tener al hombre perfecto para ella delante de sus narices. Se puede decir que "Bridesmaids" peca en ese sentido de convencional, pero solo en ese, sabes como va a acabar la historia de Annie, sí, pero el viaje hasta ese punto no puede ser mejor y las secundarias son tan absolutamente geniales que en ningún momento sabes por dónde van a salir o qué va a ser de ellas a lo largo de la película, incluida nuestra protagonista que a pesar de aceptar lo que tenía delante de las narices no logra con ello ser más guapa, ser la reina de la fiesta o tener un final de cuento de hadas encima de la torre Eiffel en plan empalagoso para quinceañeras, es más bien "me he dado cuenta de esto, vamos a ver que pasa", como la vida misma.




Por supuesto, la película no es perfecta, de ahí el título de la crítica. Es muy buena, es realmente divertida, se aleja de todo lo visto y a pesar de estar escrita y protagonizada por mujeres los hombres disfrutarán igualmente con las idas de pinza de este grupo de locas pero uno no puede evitar sentir la sensación de que le falta algo por ver. Y es que finalmente no asistimos a la despedida de soltera en Las Vegas y la boda (el momento más esperado de la película) acaba resultando de lo más soso en relación a las espectativas creadas... es solo un pero en un conjunto que es de sobra sensacional y muy recomendable para salir del cine sin sentirse estafado. Kristen Wiig soporta muy solventemente el peso de la trama sobre sus hombros (a pesar de las numerosas sobreactuaciones de rigor) y en muchas ocasiones es salvada por las secundarias de excepción, sobretodo destacan tres, la hijaputez demostrada por una genial Rose Byrne, una Melissa McCarthy que logra ser el alma del producto y una realmente desaprovechada Wendi McLendon-Covey cuyo amargamiento (y casi odio) hacia sus hijos producen grandes momentos y una empatía total con el espectador que está deseando que esa mujer franca y mal hablada se pegue la fiesta que merece, la descripción de cómo es el sexo con su marido o de cómo están las cortinas de su casa no tiene precio.



Apatow lo ha vuelto a conseguir y, a pesar de los pequeños fallos antes mencionados a los que se podría unir el hecho de que dura dos horas (excesivo para una comedia), uno solo puede aplaudir al salir del cine. Los momentazos de la película no son una simple carcajada en un momento determinado, son escenas largas sin parar de reir. La prueba de los vestidos (absolutamente desternillante) y el viaje en avión (donde pasan mil cosas a la vez, incluida una compañera de asiento en plan "Destino Final") son para enmarcar sobretodo por el hecho de que las risas duran varios minutos sin parar, hacía tiempo que no me reía tanto en una sala de cine. Esto es la clara muestra de diversión a raudales y llegar a llorar de la risa y a pesar de que uno espera la traca final (con la despedida de soltera o con la boda) ese momento nunca llega, ¿Decepción? Puede, pero no se puede negar la evidencia de los innumerables logros conseguidos.

Las chicas también hacen locuras, también son divertidas, también están a veces hasta los cojones de todo y también pueden llevar el peso de una película sin creerse "Pretty Woman". Comedia gamberra, bestia, con el romanticismo justo y necesario, con unas actrices en estado de gracia y que, gracias a Dios, DIVIERTEN. Gracias a la espectacular taquilla las secuelas están en camino... esto solo es el principio y yo no se si temblar de miedo ante lo que son capaces de hacer.

Los chicos de "Resacón en Las Vegas" han encontrado a su homóloga femenina (no por el tema o por parecerse sino por el estilo y la desvergüenza) más de uno pagaríamos por verlos a ellos y a ellas en el mismo bar pero eso ya es otra historia (más bien fantasía) y la que nos ocupa es digna de ver.

sábado, 30 de julio de 2011

Soul Surfer, la superación personal llevada al límite


Ya es por todos conocido que las películas de superación personal son mi debilidad (el equipo de baloncesto que quiere ganar el campeonato, la bailarina que quiere entrar en la escuela y un largo etc...). No suelen ser películas de Oscar (excepto esa obra maestra llamada "Million Dollar Baby" del Dios Clint Eastwood) pero siempre está bien ver películas donde gente corriente consigue alcanzar su sueño... o no. Todos nos alimentamos de esperanza, eso sí que es cierto.

"Soul Surfer" parte del punto de ser una historia real, tan real que pone los pelos de punta. En estos casos el paso a la gran pantalla siempre tiene sus puntos buenos y malos. Es la historia real de Bethany Hamilto
n, prometedora surfista Estadounidense que perdió el brazo izquierdo por el ataque de un tiburón, tirando de Wikipedia uno se entera de todo más rápido y mejor.

La actriz AnnaSohpia Robb se encarga de ponerse en la piel de nuestra protagonista de manera muy acertada. Cierto es que en la pelí
cula no hay sorpresas, está cortada por el mismo patrón que las demás cintas de este "estilo": chica joven, alegre y risueña que tiene un gran futuro por delante que se ve truncado en un momento dado abandonándolo todo cayendo en el dramatismo pero que acabará luchando por conseguir su objetivo... hacerte llorar.




"Soul Surfer" es carne de Sábado o Domingo por la tarde (eso es innegable) a pesar de la presencia de actores de la talla de Dennis Quaid y Helen Hunt (padres de la protagonista). Pero, a pesar de ese olorcillo a telefilm en determinados puntos (bastantes) y del lema "lucha por lo que quieres" tan trillado, la película muestra momentos realmente inspiradores y dramáticos de gran calidad gracias al talento de la jovencita AnneShopia Robb que logra no solo una total empatización con el espectador sino también el llevar perfectamente sobre sus hombros una trama que realmente no daba para más. Ni otro director, ni otro guión, ni otros actores podrían haberlo hecho mejor puesto que la historia es la que es y sus debilidades y numerosas carencias quedan patentes a lo largo de un film cuyas virtudes harán las delicias de los más optimistas.



Si hay algo totalmente destacable ( además de la actuación de la señorita Robb) es la escena del ataque del tiburón. No solo está sorprendentemente bien rodada e interpretada, es que parece que estemos, de repente, en otra película de calidad muy superior. No escatima en dramatismo, con sangre en su justa medida, con reacciones (la amiga vomitando) que te hacen ver lo mucho que se esforzaron por llegar al clímax en la escena más esperada del film. Como os podreis imaginar, la película continua por un camino que somos capaces de adivinar sin verlo siquiera pero, cierto es que la historia no deja de ser inspiradora a pesar de todo.

viernes, 15 de julio de 2011

Harry Potter y las Reliquias de La Muerte Parte 2, el momento de una generación


Antes de empezar advierto de que va a haber SPOILERS por todos lados (aunque lo cierto es que si te has leído el libro no pueden considerarse spoilers), lo digo para que nadie vuelva a ponerse histérico. En este blog suelen haber spoilers y, en este caso, me resulta imposible analizar la película sin mecionar las escenas y los momentos en cuestión. Allá vamos.


Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte 1 puso el listón muy alto dando lugar a una película intimista, pausada y, en definitiva, emotiva y profunda. Era el preludio de lo que estaba por llegar, la batalla final.

Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte 2 es una película más que notable pero lo cierto es que no es una obra cinematográfica perfecta. Sin embargo, ese notable alto sube sin miramientos hasta el sobre
saliente porque estamos ante algo que va más allá de una simple película, va más allá del entretenimiento... señoras y señores esto no es una película al uso, es una experiencia. Tras más de 10 años, el nivel de empatía con los personajes (a veces incluso más con los secundarios que con el propio Harry) es tan grande, la emoción por el final de una era es tan inmenso que los pequeños fallos (que los tiene, por supuesto) pasan de puntillas por una cinta que no solo da lo que promete sino que está hecha para cerrar perfectamente un círculo en el que entramos hace ya (aunque parezca mentira) muchos años.

Uno se sienta en la butaca y observa a su alrrededor las caras de la gente, la tensión, los nervios contenidos... y, al apagarse las luces, todo se intensifica pero sin llegar a extremos desmesurados, no vamos a ver tíos buenos sin camiseta, vamos a ver algo tan ancestral como la lucha entre el bien y el mal, algo tan mágico (nunca mejor dicho) como las historias de amor de unos personajes a los que hemos visto crecer, mezclado todo con un nivel de pirotecnia digno del final
de la saga con una historia que jamás se ha reido o ha tomado por tonto al espectador.

Obviamente, como a lo largo de todos estos años, Ha
rry, Ron y Hermione (a Emma Watson le auguro un gran futuro) llevan la batuta de la función desde un principio y nada más comenzar empieza el espectáculo. Hermione transformada (gracias a la poción multijugos) en Bellatrix da a Helena Bonham Carter los minutos de lucimiento que requiere en cada película desde su primera aparición. ¿La cosa va demasiado deprisa? Sí, cuando vienes a darte cuenta ya están en Hogwarts y no hay respiro posible. Los grandiosos secundarios no hacen otra cosa que demostras el por qué de su maestría, la profesora McGonagall (Maggie Smith) y Snape (Alan Rickman) roban planos y hacen que la risa y las lágrimas salgan sin medida. El momento en el que todos los profesores realizan ese escudo protector de Hogwarts es uno de los momentos más emocionantes de los últimos años. Mientras tanto, nuestros protagonistas luchan en un colegio (del que conocemos casi todo) que se va destruyendo poco a poco.

La verdad es que, pensándolo friamente, hay cosas mejorables. No se puede negar que la batalla podría haber tenido más momentos, aunque es épica tal y como está, lo cierto es que vemos luchar en todo momento a Harry, Ron y Hermione, relegando a los secundarios a un completo segundo plano con pequeñas escenas de lucha (con la clara excepción de Neville, convertido por méritos propios en el segundo heroe de la función) y donde no se nos muestran las mue
rtes de los personajes sino directamente sus cadáveres en el gran comedor. Si bien es cierto que hay un pequeño momento de decepción al observar como la muerte de Fred no ha sido mostrada como debiera, ese mini momento termina cuando observamos a la familia Weasley y cuando la cámara gira hacia Tonks y Lupin uno está ya tan exausto que no puede sino observar las imágenes mientras busca en su bolso un pañuelo para secarse las lágrimas. Destacar también la muerte de Lavender, corta pero realmente impresionante por inesperada en ese momento... y la de Bellatrix, que es exactamente igual que en el libro dándole a la Señora Weasley el reconocimiento y el aplauso de unos fans que siempre la han adorado.
También hay que destacar las escenas inventadas, algo que es casi imprescindible cuando hablamos de la adaptación de un libro. Lo cierto es que nunca me han importado si están bien metidas en la historia y aquí la mayoría lo están. Uno puede sentirse más o menos triste al ver como pequeños momentos o detalles no aparecen pero el conjunto es tan grande y demoledor que tapa cualquier agujero. Reconozco que me hizo gracia la relación amorosa (sacada de la manga porque sí) entre Neville y Luna pero también he de decir que me pareció totalmente metida con calzador aunque cumpla con su cometido, rebajar la tensión y dar en el gusto a un gran número de fans que, a pesar de que en libro no haya nada, siempre se han interesado por esta pareja. Ya digo que a mí me pareció totalmente prescindible lo que no quiere decir que sea horrible.

Hace unos meses, hablando con unos amigos sobre el final de la saga, uno de ellos me comentaba "Vosotros podeis decir lo que querais pero yo me siento en el cine a ver el beso de Ron y Hermione y lo demás pues bienvenido sea". No hay cosa que esté dividiendo más a los fans que el famoso beso que todos llevamos esperando desde que éramos críos. Está cambiado totalmente con respecto al libro y, en mi opinón, para bien. Por primera vez tenemos una escena de los dos completamente solos (en la cámara de los secretos) terminando en un beso que no es ni muy tímido ni muy sexual, es simplemente perfecto para ellos con unas risas al final que se contagian a un público que le dedicó uno de los mayores aplausos de la noche. Por supuesto, sus momentazos (de los que también presumía la primera parte) sacan lo mejor de un público que, al verlos aparecer de la mano ante Harry, no puede evitar algo que está al alcance de muy pocos, sentir, admirar y querer hasta el extremo a unos personajes entrañables.

El enfrentamiento entre el bien y el mal es el camino que hemos ido recorriendo hasta llegar a su conclusión con el combate entre Voldemort (un Ralph Fiennes en estado de gracia) y Harry Potter (un Daniel Radcliffe que ha ido mejorando muchísimo con el paso de los años). Resulta curioso como se resuelve todo de una manera tan bien llevada, donde cada uno toma su posición y lleva a cabo, aunque resulte poético, su destino de una manera memorable, todo bien rodado, contado e interpretado.


El tan comentado epílogo se mueve entre lo ridículo y lo entrañable. Es imposible tomárselo en serio pero no me malinterpreteis, realmente su grandeza reside en eso y aplaudo la decisión de haberse atrevido a realizarlo porque ese es el verdadero final de la historia, el observar como finalmente la vida sigue para los personajes y también para nosotros.

Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte 2 es una gran película y, para los fans, es una experiencia única. Llegar a casa tras ver la cinta y observar en la estantería los DVD y los libros que te han acompañado toda la vida con una sonrisa melancólica no tiene precio. Muchos hablan de que con este final se dice adiós a nuestra infancia... no estoy de acuerdo, realmente se dice adiós no solo a nuestra infancia sino a algo más, a una parte muy grande de nuestra vida y tampoco se dice adiós, simplemente se cierra un capítulo largo y entrañable que por muy acabado y finalizado que esté nos acompañará siempre. Solo podemos dar las gracias a todos los que han tenido algo que ver en que todo esto haya sido posible y, sin duda, siempre recordaremos el momento en el que compramos y leímos el primer libro, el momento en el que vimos Harry Potter y La Piedra Filosofal (y pusimos cara a los personajes) y el momento en el que, ya mayores, hemos visto el final de una saga que para muchos es algo más que una película. Sin duda, GRACIAS.

viernes, 1 de julio de 2011

Transformers 3, o cómo acabar la saga sin pena ni gloria


Hace ya un tiempo que hablé de las dos primeras partes de Transformers. Recuerdo perfectamente que "Transformers" (2007) fue para mí la sorpresa de aquel verano. Era fresca, divertida, con acción a raudales... una historia entretenina (no complicada pero sí entretenida) y el bombazo fue impresionante en todo el mundo. "Transformers: La Venganza de los Caídos" fue un desastre. La comedia en su justa medida pasó a dar vergüenza ajena, Megan Fox pasó de pintar algo a no pintar nada (aunque realmente la relación entre su personaje y el protagonista se consolidó, la trama de ambos gira en torno a eso todos los minutos y puede entenderse con vistas a una evolución para la tercera parte).

Y ahora nos llega "Transformers: El Lado Oscuro de la Luna" (2011) y repite los errores de la anterior entrega. Para empezar, nuestro protagonista (Shia LaBeouf) tiene nueva novia (Rosie Huntington White
ley) , un jefe absolutamente ridículo (john Malkovich), unos padres que mostraron su gracia en la primera entrega y allí se quedó y unos militares que se dedican más que nunca a lucir palmito con unas conversaciones en la CIA que nos importan un pito. En resumen, tenemos que soportar durante más de una hora algo que es total y absolutamente ridículo. Muchos son los que dicen "Estas películas hay que verlas sin meterse en la historia..." ¿Perdona? Un mínimo de historia tiene que tener y cuando ya has visto dos entregas esa historia te acaba importando al igual que la evolución de los personajes que, por poca que sea, tiene que haber. No estoy diciendo que tenga que ser como "Origen", estoy diciendo que la historia debería haber ido por otro camino.





Sam (nuestro protagonista) parece tener de nuevo 17 años (cuando en realidad ya ha terminado la carrera) dando un paso atrás con respecto a su evolución en la segunda (donde eran los secundarios los que jodían todo puesto que la historia de Sam y Mikaela estaba bien llevada al igual que en la primera). La nueva chica debería volver a las pasarelas porque hace que Megan Fox (a la que se echa de menos) merezca un Oscar... y si la comparativa tiene que ser de belleza y no de actuación (como muchos apuntan) pues estamos en las mismas, lo siento Rosie pero tu cara de Bratz desconcentra y un par de hamburguesas no te vendrían mal... ponte la escena de Megan Fox levantando el capó en la primera parte y aprende. Michael Bay quería traernos una nueva estrella/sex symbol y va a ser que no.

Esa unión de historia decente con acción que teníamos en la primera aquí no aparece por ningún lado y, tras hora y media de bochorno, de ver cómo en el guión le sueltan alguna que otra puyita a Megan Fox (como si tu
vieran tres años), después de ver a actores consagrados hacer el ridículo (algo que ya ocurría en la segunda) Michael Bay hace lo que mejor sabe hacer, destruir.

La última hora es un no parar de acción, de destrucción, con todos los robots y militares en medio de Chicago (que queda cual agujero negro al final). Son las mejores escenas de acción de los últimos años, impresionantes y comiéndose con patatas a las escenas finales de las entregas anteriores. ¿Compensa tragarse una hora y media de rollo para al final tener las escenas de acción más espectaculares de los últimos años? Eso depende de cada uno, en mi caso no. Creo que si alguien está interesado en "Transformers: El Lado Oscuro de la Luna" debería esperar al Blu-Ray y disfrutar únicamente de la última hora de película.

Michael Bay comente los mismos errores que en la segunda y hace que demos cabezadas en lugar de darnos o una buena historia o, al menos, acción desde el principio y se cree que con meternos la acción al final vamos a salir haciendo palmas pero se olvida de que lo primero que se hace es comparar con la primera... Parece que se regodea en su propio ridículo con un final de saga que hace que realmente salgas del cine rezando por un futuro reboot decente, al nivel de la genial y entrañable primera parte.

sábado, 18 de junio de 2011

La Boda de Rachel, cosas de familia



La familia marca tu vida, para lo bueno y para lo malo. Lo cierto es que esa influencia de los tuyos y el hecho de quererlos hasta llegar a odiarlos muestra la conexión, una conexión que explota y experimenta "La Boda de Rachel" de forma magistral. Los trapos sucios de una familia siempre están a tiempo de lavarse.

Kym (personaje interpretado por Anne Hathaway) sale de un centro de desintoxicación durante un par de días para asistir a la boda de su hermana Rachel... la guerra está servida. Sentimientos, odios, rivalidades, años de rencillas, amor, diversión... un cóctel de película absolutamen
te realista en conversaciones y situaciones, todo ello acentuado con un rodaje "cámara al hombro" estilo documental.






Vemos todo lo que sucede a través de los ojos de Kym, personaje con el que empatizas desde la primera escena mientras observas como los secundarios están perfectamente dibujados e interpretados en una película sencilla pero, a la vez, muy intimista, detallista y por momentos absolutamente dramática para, acto seguido, pasar a la comedia. La vida misma. Muestra las cosas de una manera fluida, sin prisa y aprovechando para ello cada gesto, frase y detalle de unos espléndidos personajes, especialmente nuestra protagonista.

Anne Hathaway nunca ha estado mejor en un papel (nominación al Oscar incluida) y es aupada por unos perfectos secundarios, historia y dirección. Una pequeña película independiente que nos habla de la vida y la familia sin caer en lo vergonzoso, lo absurdo o lo demagógico... una joyita.

miércoles, 27 de abril de 2011

Sunshine Cleaning, las vueltas que da la vida


Las películas independientes son mi debilidad. Esas que casi nadie soporta porque es todo el rato hablar, con escenas muy largas y sin efectos especiales o tiros de por medio son con las que yo más disfruto. Son las historias del día a día, de gente normal y corriente.


"Sunshine Cleaning" estaba en mi punto de mira desde que leí su argumento. El que dos hermanas muy distintas acaben limpiando (por motivos económicos) escenas de crímenes llama la atención de cualquiera y si a eso unimos actores de renombre pues esperamos mucho de la cinta en cuestión.




Cierto es que "Sunshie Cleaning" se mueve en un terreno fácil y los personajes están bien dibujados y definidos pero no te llena. Algo falla, revisioné la cinta en busca de ese gran fallo, puede que sea el desarrollo de la historia. Es como que la película no logra captar del todo tu atención y en ocasiones la fluidez de los acontecimientos brilla por su ausencia. Son los minutos en los que unas inexpertas Rose (Amy Adams) y Nora (Emily Blunt) comienzan a limpiar escenas del crimen cuando la película gusta, se disfruta y, en una palabra, brilla. Cuando dejan eso a un lado no son capaces de engancharnos con sus historias individuales por lo que en todo momento queremos volver a ver a las hermanas en acción. El abuelo es entrañable pero realmente no llegamos a conocerle del todo, la historia de Rose con el policia o la de Nora con la hija de una de las víctimas están bien desarrolladas e interpretadas pero no logran estar a la altura ni logran engancharnos en ningún momento. Las dos hermanas trabajando juntas son el alma de la película y parece mentira pero en los momentos en los que están separadas la cosa hace aguas y es cierto que en ningún momento llega a ser un desastre (ni muchísimo menos) pero es una lástima.




Amy Adams y Emily Blunt llenan la pantalla cada vez que aparecen juntas y pierden la fuerza cuando tienen que afrontar sus historias individuales, raro pero cierto. La verdad es que Blunt es la que está más inspirada dado que su personaje da mucho más juego y los personajes atormentados y rebeldes son los que consiguen más empatía con el espectador. Lo cierto es que todos los actores están correctos en sus papeles, no se les puede poner ninguna pega y el final, como suele ocurrir en estos casos, te deja con ganas de saber que les pasará en el futuro, sobretodo a uno de ellos.



"Sunshine Cleaning" es una buena película, muy digna y merece un visionado obligado pero se queda lejos del brutal y magistral dramatismo de "2:37" o de la fuerza narrativa de "La Boda de Rachel" (de la que tengo que hablar algún día) por poner dos ejemplos. Puede que la clave sea esa, que le falta una fuerza narrativa que solo se consigue en las geniales y divertidísimas escenas en las que dos hermanas que son polos opuestos tienen que unir fuerzas o puede que yo esperara demasiado de la película.

sábado, 16 de abril de 2011

El padrastro, mediocridad al servicio del lucimento corporal



Cuando uno no tiene nada que hacer durante toda una tarde es una mala señal y pasan cosas como esta. "Vamos a ver alguna película entretenida" me dije a mí misma y, bueno, una película ví pero lo de entretenida se quedó por el camino.


La trama de "El Padrastro" (remake del film del mismo nombre de 1987) recuerda en numerosas ocasiones a "Disturbia" (que a su vez era un homenaje a "La Ventana Indiscreta") y por ello las comparaciones son inevitables. "Disturbia" (2007) era una pequeña joya bien dirigida e interpretada (con un Shia LaBeouf en estado de gracia) que sabía manejar todos los elementos con la tensión a la cabeza hasta el final. "El Padrastro" (2009) es un mediocre telefilm de sobremesa con el que dormir la siesta.


Lo mejor de la película son sus dos primeros minutos en los que conocemos las intenciones de David Harris (Dylan Walsh), un psicópata de los de toda la vida que se dedica a liarse con mujeres viudas o divorciadas haciéndose pasar por el hombre perfecto pero que al final acaba matando a toda la familia. Su nueva víctima es Susan Harding (Sela Ward) pero el hijo mayor de esta, Michael Harding (Penn Badgley) resegresa a casa tras estar un tiempo en una escuela militar y sospecha que su padrasto no es tan santo como aparenta.



El problema de la película es que falla en todo lo que promete, todo lo que esperas mínimamente de ella no lo recibes en ningún momento. Es muy lenta, aburrida, sin sentido en ocasiones y, lo que es peor, ni la más mínima tensión en ningún momento. No puedes ni reirte de ella lo cual ya es el colmo de los males en estos casos. Los actores se dedican a intentar poner caras: cara de malo, cara de víctima, cara de duro buenorro, cara de tía buena... y a la vez andan de un lado a otro diciendo frases que ni sienten ni se creen y dónde únicamente Dylan Walsh como malo de la función está un poco inspirado pero en ningún momento llega a levantar un producto que se ve fallido una vez pasados los primeros cinco minutos. Lo único destacado (tal y como indico en el título del post) es el lucimiento corporal de los actores, mira, no todo iba a ser malo.




Penn Badgley y Amber Heard (que interpreta a la "encantadora" novia del primero) se pasan toda la película en la piscina o en ropa interior de un lado para otro, en serio, toda la película, eso es lo que nos llevamos tanto unas como otros. Actores jóvenes y con talento malgastando su tiempo (y el nuestro, que picamos por bobos) en una cinta en la que sus personajes tienen menos carisma que la suela de un zapato.


"El Padrastro" puede servir para echarte una buena siesta un Sábado por la tarde o si eres fan de los guaperas protagonistas. Como película deja mucho que desear y nunca demuestra ese "algo" por lo que merezca la pena ser mencionada, recordada o recomendada.

martes, 12 de abril de 2011

La saga Scream. Clásico al instante


Con "Scream" no hay termino medio, o la amas o la odias. Para unos es una basura que se cree la octava maravilla del mundo y para otros es la reinvención de un género, un clásico cinéfilo de obligado visionado. Estoy orgullosa de decir que estoy en el segundo grupo.


"Scream" se estrenó en 1996 como una película de terror adolescente (que es lo que es realmente) pero escondiendo un as bajo la manga. "Scream" no es una película de terror al uso tipo "Sé lo que Hicísteis el Último Verano", "Scream" es cine dentro del cine. Una película de terror llena de referencias a otras películas del género, incontables menciones y la antológica mención de las tres principales reglas para sobrevivir dentro de una película de terror: Ser Virgen, no tomar drogas y nunca, bajo ningún concepto, decir "Enseguida vuelvo" porque nunca lo harás.


"Scream" es especial desde esa primera escena en la que Drew Barrymore tiene que responder a unas preguntas de películas de terror si quiere salvar la vida. Desde ese momento vemos que esto es otra cosa.



El humor negro es el alma de la saga, continuado en una dignísima segunda parte y una más criticada tercera entrega, cada una con sus reglas a seguir. "Scream" mezcla terror, suspense y humor acrecentado con referencias de todo tipo. Todo batido pudiendo haber resultado el mayor de los despropósitos pero realmente convirtiéndose en algo que va más allá de una simple peliculita de terror. Te ríes con la película no de ella, eso es algo que hay que tener muy claro.


Los actores no pueden estar mejor. Desde una Drew Barrymore encargada de abrir la película en una escena que ya es un clásico en sí misma, hasta una Neve Campbell como heroina de la función por la que nos preocupamos y con la que sufrimos. Los personajes especulan entre ellos sobre quién es el asesino y cómo se van a suceder los acontecimientos hasta llegar a un final tan surrealista, tan "de película", que no te queda más remedio que aplaudir.




"Scream" encandiló a toda una gerenación y hoy en día sigue mereciendo el visionado de los amantes del género. También animo a los que no les gustan las películas de terror puesto que la cosa no es tan fuerte como muchos piensan. "Scream" es especial y distinta gracias a una historia, unos diálogos y unos personajes que son, en una palabra, entrañables.