sábado, 18 de junio de 2011

La Boda de Rachel, cosas de familia



La familia marca tu vida, para lo bueno y para lo malo. Lo cierto es que esa influencia de los tuyos y el hecho de quererlos hasta llegar a odiarlos muestra la conexión, una conexión que explota y experimenta "La Boda de Rachel" de forma magistral. Los trapos sucios de una familia siempre están a tiempo de lavarse.

Kym (personaje interpretado por Anne Hathaway) sale de un centro de desintoxicación durante un par de días para asistir a la boda de su hermana Rachel... la guerra está servida. Sentimientos, odios, rivalidades, años de rencillas, amor, diversión... un cóctel de película absolutamen
te realista en conversaciones y situaciones, todo ello acentuado con un rodaje "cámara al hombro" estilo documental.






Vemos todo lo que sucede a través de los ojos de Kym, personaje con el que empatizas desde la primera escena mientras observas como los secundarios están perfectamente dibujados e interpretados en una película sencilla pero, a la vez, muy intimista, detallista y por momentos absolutamente dramática para, acto seguido, pasar a la comedia. La vida misma. Muestra las cosas de una manera fluida, sin prisa y aprovechando para ello cada gesto, frase y detalle de unos espléndidos personajes, especialmente nuestra protagonista.

Anne Hathaway nunca ha estado mejor en un papel (nominación al Oscar incluida) y es aupada por unos perfectos secundarios, historia y dirección. Una pequeña película independiente que nos habla de la vida y la familia sin caer en lo vergonzoso, lo absurdo o lo demagógico... una joyita.