jueves, 10 de junio de 2010

The Last Song, mejor de lo esperado


"The Last Song" ("La última Canción" en España) y también la última novela de Nicholas Sparks en ser llevada a la gran patalla, por supuesto, cita obligatoria para mí.


A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS, ESTAIS ADVERTIDOS.



Me senté a ver esta cinta cagada de miedo. Y tenía miedo por el simple hecho de que la crítica había destrozado la película y el público también (ahora mismo tiene un 3 en Imdb.com), siendo Miley Cyrus la diana de todas las críticas y nombrada en todas ellas como "lo peor de la cinta".


Lo primero que he de decir respecto a todo esto es que yo nunca antes había visto actuar a la señorita Cyrus, no he visto nunca Hanna Montana (sé de qué va gracias a mi hermana) y en cuanto a su faceta musical conoceré una o dos canciones y ya está. Por lo tanto, me senté a ver la película atemorizada por un lado debido a las críticas pero por otro lado (más positivo) no tenía ningún prejuicio hacia la protagonista, lo que me hizo valorarla como a cualquier otra nueva actriz adolescente vista por primera vez.



Ronnie (Miley Cyrus) y su hermano Jonah (Bobby Coleman) van a pasar el verano junto a su padre (Greg Kinnear). Jonah mantiene una buena relación con él pero Ronnie es una adolescente rebelde que no ha superado el divorcio de sus projenitores, no sabe qué camino tomar o qué hacer con su talento para la música (tranquilos, Miley Cyrus no canta ni una sola vez, solo en una escena en plan coña en el coche). Cuando conoce a Will (Liam Hemsworth) cambia su forma de ver la vida a la vez que una serie de hechos la harán crecer y madurar.


Como ya comenté en "Querido John", señoras y señores, esto es una historia de Nicholas Sparks, es decir, que seguimos la fórmula: comienzo cómico + romance + dramón al final. Si bien, al contrario que en el resto de las obras de Sparks, aquí el romance no es el centro absoluto de la trama ya que comparte el protagonismo con la relación de la protagonista y su padre (y hermano), lo que viene siendo la trama familiar. Esto es de agradecer porque es esa trama familiar el punto fuerte de la película. Una cinta que deja caer casi todo su peso sobre los hombros de Miley Cyrus que no está tan horrible como muchos aseguran. Su personaje es al que segimos durante toda la trama y, a pesar de estar verde en esto del drama, sí que demuestra ganas y esfuerzo logrando crear a una adolescente rebelde (pero sin pasarse) y teniendo algún que otro momento destacado (lo de las tortugas) y brillando en sus escenas junto a su padre (un gran Greg Kinnear) y junto a su hermano (Bobby Coleman) que está sorprendentemente inspirado. Cuando estos personajes comparten plano (destacando a Cyrus y Kinnear), la película brilla, gusta y se disfruta.



¿Pero cuál es el problema? Os lo digo ahora mismo, tiene nombre y apellidos y no es Miley Cyrus, el problema es Liam Hemsworth. El romance es la parte más importante en las historias de Sparks pero aquí su importancia es equivalente a la trama familiar y, si comparamos, sale perdiendo. Hemsworth tiene la misma cara en toda la película, no llega a tener la chulería adorable de Canning Tatum en "Querido John" ni el dramatismo absoluto de Ryan Gosling en "El Diario de Noah", es más, su personaje es en el que menos se profundiza siendo un simple monigote que se dedica a darle besos a la Cyrus y a lucir torso (muy cuidado por cierto). Profundidad cero, y cuando tiene su "momento dramático" (la historia del hermano), no logra ni transmitir, ni llegar al espectador, ni emocionar, lo que hace que casi arrastre a Cyrus a su mundo de inexpresividad pero, por suerte, la chica lo arregla todo con momentos geniales junto a su padre, a su hermano o en solitario. Porque, es más, los mejores momentos de "la parejita" son cuando hay algún secundario por alrededor (la madre de él o el padre de ella cuando les separa las sillas en la playa, por ejemplo). Creo que es la primera vez que el romance casi naufraga en una película basada en una obra de Sparks y digo casi porque, gracias a Dios, se las arreglan para que no resulte del todo molesto o empalagoso.


Por supuesto se repiten cosas ya vistas en la obra de este autor, un personaje rebelde (como en "Un Paseo para Recordar") otro personaje rico (como en "Querido John" o "El Diario de Noah"), la importancia de encontrar tu camino, de que los que te quieren te ayuden a encontrarlo y, como no, el drama. La enfermedad del padre hace que la película adquiera otro tono y Greg Kinnear está absolutamente maravilloso en su papel lo que hace que el mazazo emocional para el espectador sea importante. Sus momentos junto a Cyrus son lo mejor del film, sobretodo al final cuando, qué casualidad, Liam Hemsworth anda desaparecido.


No me malinterpreteis, el romance es una parte importante de la película pero no es la base de la misma por mucho tiempo en pantalla que ocupe o por mucho que los trailers lo hagan creer. El romance que, como ya he mencionado, casi naufraga, está como telón de fondo de algo más profundo que un simple amor de verano y es el amor a los tuyos, a tu familia, el perder a alguien y darte cuanta de que el tiempo pasado ya no se puede recuperar.


Escenas como la de Ronnie (Miley Cyrus) tocando el piano a su padre antes del mayor de los dramas o incluso las bromas de este cuando su hija acaba de "ser besada" son las cosas que se te quedan en la retina. Porque, para mí, la familia se comió al chico guapo durante todo el metraje.


La película tira para atrás a todos los que, como yo, son mayores de 20 años por el simple hecho de que aparece la "Hanna Montana". Pero tengo la esperanza de no ser la única a la que la película le ha parecido bastante decente, no es un drama filosófico para ganar siete Oscars pero entretiene y tiene su mensaje (con sus puntos débiles) pero yo me conformo. Además el hecho de que la chavala no cante en la película se agradece.


Una escena: Ronnie (Miley Cyrus) tocando la última canción para su padre.