miércoles, 5 de enero de 2011
Tron Legacy, ¿Dónde está el alma?
"Tron Legacy" reune todas las características de los films de ciencia ficción de hoy día. Una película con unos efectos especiales espectaculares (en 3D, por supuesto), con ritmo, con una historia medianamente decente... pero sin alma.
Muchos dirán (la mayoría) que ha este tipo de películas no hace falta pedírsela, es posible, pero también depende de la historia. Por ejemplo, en una película de Jason Statham no hace que la pidas ni que te molestes en buscarla pero uno se sienta a ver "Tron Legacy" con su cubo de palomitas, con su coca cola enorme y disfrutas, sí, pero quedándote una sensación de "incompleto", de que la historia y su contexto debía tener más chicha porque la inmensa frialdad que desprende te congela por momentos.
Ya digo que lo normal en estas películas es eso, cero historia y muchos efectos pero "Tron Legacy" pedía a gritos ese "algo más" que solo unos pocos son capaces de darnos. Es curioso como la cero empatía con el protagonista no llega ni a molestarnos, simplemente le vemos aquí y luego allá, y luego flipamos en colores cuando se sube en la moto y el 3D nos estalla en la cara... pues vale, muchos dirán que eso es lo que ellos buscaban, lo comprendo, pero a mí me cuesta trabajo entrar en una película que en un principio aspira a algo más pero que finalmente se queda en lo de siempre. No es que desde el principio te digan (como en muchas) "esto es para apagar el cerebro y no pensar", al contrario, aquí te dan a entender una cosa y luego no te la terminan de dar, no sé si me explico.
Como decía anteriormente, la poca (más bien nula) empatía con el protagonista (muy guapo él) hace que pidas acción a raudales y, gracias a Dios, te la dan... pues vale. Y entonces pasamos a un Jeff Bridges (protagonista de la original) cuyo personaje quiere ser algo pero no llega. Es una especie de Dios en la red pero la probabilidad de llegar a ser épico se pierde a los pocos minutos de aparecer. Parece increíble que el único personaje redondo, bien llevado y con alma (otra vez dándole vueltas a lo de tener alma) sea Quorra (interpretada perfectamente por Olivia Wilde) no solo nos preocupamos por ella desde el principio, es que con sus pocas frases y su mirada hace que la queramos, si el protagonista y demás hubieran estado igual estaríamos hablando de otra cosa.
Los efectos especiales contentan a todos y sirven de perfecto "salvapantallas" de lo que podría haber sido pero finalmente no fue. "Tron Legacy" te hace disfrutar como un enano, sí, pero se queda en eso, en entretenimiento para las masas con unos efectos espectaculares y una historia distinta que acaba convirtiéndose en un quiero y no puedo... o más bien en un quiero pero no sé muy bien cómo hacerlo o por dónde tirar. Pero bueno, supongo que hoy en día con eso basta.