domingo, 13 de marzo de 2011

Destino Oculto... o la espantosa ridiculez



"The Adjustment Bureau" (Destino Oculto en España) tenía todas las papeletas para ser un film medianamente original con toques fantásticos que unido a la presencia de actores buenos y conocidos nos hacía sentarnos en la butaca tranquilos y relajados para disfrutar del espectáculo... pues no, lo que tenemos es algo que no hay por dónde cogerlo.


Nos encontramos con Matt Damon que se enamora de una chica (Emily Blunt) pero, que mala suerte, el destino de ambos no era estar juntos y por ello unos tíos con sombrero se encargarán de impedir que se encuentren para que se cumpla el destino de ambos. Un comienzo prometedor que decae escena tras escena hasta llegar a una espiral de mamarrachadas y escenas de vergüenza ajena terminadas con un final made in Hollywood sacado de la manga porque sí.



Lo que en un principio parecía una trama trepidante y entretenida se convierte en un despiporre de situaciones ridículas y de vergüenza ajena con un Matt Damon que no sabe ni dónde está ni lo que hace y al que de vez en cuando le da por buscar a la mujer que ama, una Emily Blunt (a la que adoro y adoraré haga lo que haga) cuyo personaje pierde personalidad al mismo tiempo que los espectadores la paciencia al darnos cuenta de que por muy fantástica y original que quiera ser, la película no pasa de mediocre. Y no pasa de mediocre porque falla todo, el modo de contar la historia, las situaciones, la pareja protagonista... todo nos da igual hasta que llegamos al punto de tener que ver a un Matt Damon y su sombrero corriendo por las calles de Nueva York arrastrando a Blunt que ha salido de la nada por decimosexta vez mientras son perseguidos por un puñado de tíos a los que ni tememos y de los cuales nos reímos.



Cuando no tienes empatía con los protagonistas, cuando los supuestos malos no tienen carisma y cuando la historia y guión hacen aguas por todos lados lo único que te queda es el consuelo de alguna que otra escena de gran potencial y el hecho de que, al menos, no te duermes viéndola. Destino Oculto es, desde ya, una de las decepciones del año porque cuando uno va a ver una mierda a sabiendas pues no hay sorpresas ni desilusiones y hasta llega uno a pasárselo bien y verle el punto positivo pero de películas como esta siempre se espera ese "algo más" que Destino Oculto no llega ni a rozar.