domingo, 27 de diciembre de 2009

Boys Don't Cry, buscando la felicidad


Llevaba mucho tiempo queriendo ver esta película que arrasó en numerosos festivales en el año 1999 y que supuso el primer Oscar para Hilary Swank (el segundo llegaría en 2004 con la fantástica"Million Dollar Baby") . Después de verla me ha quedado claro que todo lo ganado se lo tiene bien merecido dado que estamos ante una de esas películas de culto, muy dura, dramática y a la vez esperanzadora y sobretodo directa al alma.





COMIENZAN LOS SPOILERS!!






Teena Brandon (Hilary Swank) nació siendo mujer pero se siente un chico, es decir, ha nacido en el cuerpo equivocado. La película está ambientada en los años 70 por lo que las cosas no son ni mucho menos como en la actualidad, tiene el apoyo de su primo pero tampoco es capaz de comprender lo que le sucede (ahí tenemos la escena donde le dice "si eres lesbiana dilo, y ya está"). Una operación de cambio de sexo es increíblemente cara por lo que Teena (con la esperanza de poder realizarse la operación algun día) se corta el pelo, se viste como un chico, hace cosas de chicos y le da la vuelta a su nombre, presentándose entonces como Brandon Teena (por lo que a partir de ahora cuando me refiera al personaje lo llamaré Brandon). Hasta aquí puede que no halla nada que nos haga pensar que estamos ante una joya de película, Brandon se dedica a aparentar que es un chico e incluso se mete en problemas por alguna que otra chica, la película realmente comienza a revelarse cuando deja Lincoln (su pueblo natal) y llega a Falls City.



En Falls City conoce a una extraña "familia" de juerguistas y perdedores donde destacan el cabecilla, John Lotter (Peter Sarsgaard), y la joven Lana Tisdel (Chlöe Sevigny) de la que Brandon se enamora a simple vista. Decide quedarse con ellos por dos motivos, uno es el amor que siente por Lana y el otro es que entre ese grupo de gente puede ser él mismo, puede ser un chico, puede mostrarse tal y como es, puede ser feliz y mientras tanto los espectadores somos testigos de cómo se las ingenia para que su secreto no sea descubierto. Conforme avanza el film nos damos cuenta de que John no es todo lo agradable que podríamos esperar en un principio. Brandon por su parte comienza una historia de amor con Lana ya que a la chica le da exactamente igual lo que sea o no sea Brandon, ella lo quiere (destaca la escena en la que la chica le asegura que ella le querría aunque fuera medio mono) dando así lugar a una de esas pocas parejas que te llegan realmente al corazón sin tener que resultar ñoñas o sobreactuadas. Pero ocurre lo inevitable, el secreto de Brandon es descubierto y a John no le hace ni pizca de gracia dando lugar a unos de los momentos más dramáticos de la cinta (donde ya podemos afirmar claramente que estamos ante actuaciones de Oscar), John y su amigo Tom desnudan a la fuerza a Brandon delante de Lana para que esta (aunque lo sabe) vea lo que realmente es, y yo me quedo sin palabras, es una de esas escenas que no se te olvida, de las que se te quedan grabadas por su crudeza. Lana se tapa los ojos porque no quiere verlo pero es que el espectador hace lo mismo, no quieres verlo porque tu sabes quien es Brandon y, al igual que Lana, has aprendido a quererlo por lo que es. Puede que muchos digan que la escena que viene a continuación (la violación por parte de John y Tom) es mucho más dramática, para mí no. En el cine hemos visto muchas violaciones duras y dramáticas (me viene ahora a la mente la de "Los Hombres que no Amaban a las Mujeres") pero nunca una escena me había hecho sentirme tan triste, es que esa humillación es indescriptible. Todo esto por supuesto desemboca en el intento de huir juntos por parte de Brandon y Lana que acaba siendo truncado por un final que pone los pelos de punta, más aún sabiendo que la cinta está basada en una historia real.



Boys Don't Cry es una de esas películas difíciles de ver, de esas que la gente describe como un "dramón" y que se te quedan grabadas en la retina aunque no vuelvas a verlas jamás. En el fondo toda la historia es simple, una persona que lo único que quiere es ser feliz. La película lo tiene todo, una dirección fantástica por parte de Kimberly Peirce, una historia que te llega al alma y unas interpretaciones de quitarse el sombrero, Hilary Swank está absolutamente perfecta en el papel de Brandon y en esas escenas finales demuestra lo grande que es, pero no me quiero olvidar de Chlöe Sevigny, simplemente fantástica y cautivadora, jamás se me olvidará su actuación en el momento en el que la obligan a ver a Brandon desnudo, bueno, realmente jamás se me olvidará su grandiosa actuación en esta película que le supuso la nominación al Oscar en el apartado de mejor secundaria, y por último, pero no menos importante, Peter Sarsgaard interpretando a uno de esos personajes que odiarás toda tu vida, el amigo borrachín del principio acaba convirtiéndose en el diablo en persona, todo ello sin caer en la sobreactución (que suele ocurrir en muchas ocasiones con este tipo de papeles). Ellos tres son el pilar de esta película, una cinta asombrosa, de esas que hay que ver antes de morir.
Puede que muchos digan que Brandon Teena fue un abanderado de la transexualidad, para mí fue un abanderado de la libertad.
Una escena: La humillación a Brandon ante Lana.