jueves, 18 de marzo de 2010

Joan de Arcadia, siempre en nuestro recuerdo


Una nueva cancelación dolorosa (esta dolió mucho) que se une a las ya comentadas Tru Calling, The Class y Dirty Sexy Money. Joan de Arcadia fue una serie diferente que hizo las delicias de muchos. Acusada de ser demasiado religiosa aunque yo he de decir que no soy lo que se dice muy creyente y esta serie me gustaba mucho.


COMIENZAN LOS SPOILERS!!!!!!!!



Tenemos a Joan (Amber Tamblyn), una adolescente que vive en una pequeña localidad de Estados Unidos llamada Arcadia. Su padre es inspector de policia, su madre trabaja en el instituto de Joan y luego están sus dos hermanos Kevin (Jason Ritter) en silla de ruedas debido a un accicente de tráfico y Luke el pequeño. Podemos decir que es una familia normal a pesar de que uno de los miembros vaya en silla de ruedas, pero todo cambia para Joan cuando, de camino al instituto, se da cuenta de que un chaval la está siguiendo. Incómoda con esa situación se da la vuelta para recriminarle y advertirle, a lo que el chico le responde claramente: "Joan, soy Dios".


Está claro que el título de la serie no es casual, el parecido de "Juana de Arco" (a la que hay alguna que otra referencia) con "Joan de Arcadia" es evidente, tanto en el título como en la trama, aunque en esta ocasión Joan no tiene que ir a la guerra. El caso es que tras una conversación memorable, Joan logra medio creerse que realmente ese chico es Dios, un medio creerse que se mantiene en todos los capítulos donde la chica no puede evitar hacer las preguntas que cualquiera de nosotros haríamos en esa situación e incluso reprochar enfadándose realmente, preguntas a las que Dios responde con otra pregunta o sin decir nada: "Si eres Dios demuéstralo", "¿Por qué mueren niños?", "Si eres Dios cura a mi hermano"...

Durante cada episodio Dios le pide a Joan una serie de cosas (en algunas ocasiones bastante extrañas) desde construir un barco o ingresar en el equipo de las animadoras, hasta destruir una escultura construida por uno de sus mejores amigos. Lo cierto es que todo lo que le pide, al final, es para ayudar a otras personas aunque en un principio no lo parezca. Por supuesto Dios no le dirá los motivos de esa petición, un Dios que se va mostrando con apariencias distintas: un chico joven, la señora de la limpieza, una niña, un chaval gótico, una mujer mayor, el presentador de las noticias de la televisión...

Joan se mueve entre la desconfianza y el pensar que está loca entre la fe y la total desconfianza. Por supuesto, decide no contarle a nadie lo que le ocurre, ni a su familia, ni a sus amigos. Unos amigos de lo más peculiares; la rebelde Grace (Becky Wahlstrom) y el rarito de gran corazón Adam (Chris Marquette).



Lo interesante de la serie está en sus diálogos y en el personaje de Joan, una chica normal que no entiende por qué tiene que ser ella una especie de "enviada de Dios" lo que le hace cuestionarse muchas cosas. Cuestiones que están muy presentes en una serie que no pretende ensalzarnos la religión, puede que en ocasiones lo haga pero también hay otros momentos en los que la pone por los suelos. Recuerdo ahora mismo una escena donde Joan dice algo así como "Pero si yo no voy a la Iglesia" a lo que Dios responde que no es mejor persona el que va a la Iglesia o el que cree mucho sino el que hace cosas buenas por los demás.


Al final, Joan ya no sabe si todo es real o si es que está como una cabra, con unas relaciones familiares y amistosas cada vez más deterioradas aparecerá en escena un nuevo personaje, un personaje oscuro, trajeado, elegante y sinestro de nombre Ryan (interpretado por Wentworth Miller antes de Prison Break) que es todo lo contrario a nuestro supuesto Dios, intenta influir en Joan asegurándole que las cosas que hace son tonterias y que no tiene por qué hacerlas. A mí me bastó un capítulo para darme cuenta de que era el demonio y si realmente no lo era está claro que era malvado.


Y lo cierto es que no dió tiempo a más, tal y como suele ocurrir fue cancelada en su mejor momento, con una Joan no muy confiada y temiendo a ese supuesto enemigo, algo que se ve claro en la última escena con Joan separada de sus amigos advirtiéndole a Dios de que esa persona es malvada. Destaca una frase que dice Joan: "La otra Joan (refiriéndose a Juana de Arco) tenía un ejército pero yo no tengo nada de eso. Dime ¡¿Dónde está mi ejército?!" y Dios señala a sus amigos y se marcha, acto seguido pasa por delante de ella el supuesto diablo intercambiando miradas. Una estupenda escena que puso punto y final a una no menos estupenda serie. Nos quedamos sin saber lo que habria pasado, pero las posibilidades eran muchas ¿Se habría acabado uniendo Joan al supuesto enemigo?

Los actores están todos fantásticos pero hay que destacar a Amber Tamblyn que consigue crear un personaje con el que empatizas desde el principio y aunque en algún momento chirria un poco lo cierto es que logra ser una adolescente bastante normal (y con luces) lo que hace que cada una de sus acciones y reacciones sean realistas. Además de sus momentos cómicos, en los dramáticos también consigue dar la talla, espcialmente en el capítulo ocho de la segunda temporada.



En definitiva, Joan de Arcadia es una serie que te gustará aunque su temática parezca demasiado religiosa. No es la típica serie de adolescentes con las típicas subnormalidades de siempre, aquí hay drama y muchas preguntas sin respuesta. Perfecta para los que buscan "algo más" en una serie supuestamente adolescente.



Un tributo fantástico a la serie AQUÍ.